Aunque a la tarde probara y cantara un par de temas ante los pocos espectadores que se habían apostado en el escenario montado enfrente al polideportivo a las 18.30, la “mala fortuna” de los desperfectos técnicos hicieron que apenas comenzara con su set, debió suspenderlo por problemas en la toma de energía.
Después de las 23, Fabiana Cantilo estaba interpretando su segundo tema “Tregua”, el corte de difusión de su reciente producción “Hija del rigor” cuando “saltó la térmica”. Por ende, como hija de los infortunios, debió hacer tregua con la pifiada y recrearlo 15 minutos más tarde.
No obstante, la dama del rock nacional, ahora un tanto “apagada” y enfundada en una chaqueta blanca y una pollera roja furiosa, se despachó con creaciones de reciente factura, como las versiones-homenaje a sus padrinos del género, como “Fue amor”de Fito Páez, “Eiti Leda”de Charly García, “Me arde” de Calamaro y “Amanece en la ruta” de Sueter, todas incluidas en el disco “Inconsciente colectivo”.
Después de un par de temas más de su repertorio conocido como “Júpiter”, amagó con despedirse para luego volver, con la banda en su punto cúlmine, para sacudir con “Cleopatra”, con el swing propio de Los Twist. Cerró finalmente con “Mi enfermedad”.
Vale decir que entre sus músicos se encuentra Marcelo Predacino, el nuevo guitarrista que incorporó Mr. Mojo para la grabación de su tercer álbum.

@“A los locos”

La tercera jornada del Costanera Rock, sin dudas la más convocante de todas, inició cerca de las 20 con la banda local Pixel, con su repertorio conocido que a punto de formar parte de su primer disco de estudio, con obras como “Impulsiva” y “Jugado”.
La velada continuó con la vigente formación de heavy y thrash metal villamariense, Mutilador, que destapó varios oídos con su propuesta de hard tradicional. Tras algunos de sus temas más conocidos como “Raza odiada” del disco “Oscuridad”, la banda libró su tributo a Monky Tieffemberg, mediante el sentido tema “Espíritu del rock”.
Más allá de su recia performance vocal (como dicta el manual heavy), a la hora de dialogar con el público, el cantante Diego Moral prefirió brindar varios saludos, entre ellos, uno especial a “la loca hermosa de Cantilo”, cerrando con el ocurrente “que vivan los locos”.

@Crítica desde el micrófono

La voz de la banda cordobesa Enedé es nacido y criado en Villa María. Por ello el músico y locutor radial Pablo Bettiol, cara y voz de esta formación nacida en 2002, tiene cierta autoridad de pertenencia a la hora de enfrentar a un público coterráneo.
En un momento de su show, aprovechando el micrófono, agradeció primero al área Juventud por la posibilidad brindada y acto seguido criticó el dinero invertido en la costanera cuando al mismo tiempo, los barrios no reciben la atención debida. “Llueven dos gotas y se inundan las calles”, espetó.
Más allá de su prédica de barricada, la banda planeó por puntos estilísticos cercanos a Divididos y Cabezones, con canciones digeribles y buen pulso rítmico.
La banda, que contara por primera vez en la batería a Joaquín De Vertiz y aportara una de las pocas instrumentistas del rock (exceptuando Lucila Cueva), Carolina Bongiorno en bajo, dejó un espacio para un solo guitarrista, Fernando Montalvo. Se despidieron con “No es adiós, es hasta siempre”.