El habitual intercambio de bibliografía y de valiosas opiniones que encontramos los usuarios de Smart Golf nos permite nutrirnos cotidianamente de conceptos valiosos en torno del golf, su filosofía, la escuela de vida que suele ser. Y digo que suele ser, porque no siempre todos aprendemos lo necesario y lo suficiente como para enmendar conductas erróneas, prácticas alejadas de la ética y lealtad del juego, dañando la esencia de aplicar lo que todos suponen que este deporte es inmune a actitudes propias de otras disciplinas.
Leía esta semana situaciones planteadas en diversos escenarios del país por jugadores poseídos de ansiedad, nerviosismo, irrespetuosidad, incultura golfística y de las otras, que pueden llegar a amargar una tarde que el resto se propone disfrutar en armonía y plena observancia de las normas de convivencia y amistad.
Hay personas que serían incapaces de golpear o de robarle a otras pero, ya sea por ignorancia o indolencia, cometen acciones dignas de ser desterradas.
Así puede verse a jugadores que, tras ingresar a jugar una pelota en un búnker, abandonan el mismo como si salieran de la ducha y se van a vestir. El que venga después y caiga a ese búnker, que se “jorobe” si su pelota cae dentro de las profundas pisadas que dejó el otro. O si en pleno fairway su pelota fue a parar en el pozo (el dívot) que otro dejó antes deschampando la cancha y no repuso el pasto arrancado. Y si de robar se trata, el no ser prolijo y cuidadoso en la cuenta de los golpes (generalmente de menos) sin quererlo se parece bastante.
¡Ni hablar cuando un jugador se para para ejecutar un putt y le importa un bledo si pisa la línea de otro jugador, que todavía tiene que ejecutar su golpe al hoyo!
Hablar de marcar la pelota en los hoyos de par 3 para agilizar el juego y descomprimir la cancha es todo un conflicto. Si hasta alguno dice “¿para qué marcar si es lo mismo?”, o no ceder paso cuando se ha perdido la distancia de un hoyo, como fiel expresión de desconocimiento de la realidad y hasta de las instrucciones impartidas al iniciar el juego. Sí, claro, siempre y cuando haya alguna autoridad de cancha u “oficial del día” que se encargue de tenerlo en cuenta y observar esas conductas. A veces se atrasa la cancha y sería aconsejable que alguien lo haga corregir. En una cancha de la región, el pasado sábado hubo un grupo que perdió más de dos hoyos y atrasó a todo el resto, descontrolando y exasperando a los sufridos resignados a la demora.
Merecería un párrafo aparte el permisivismo de “perdonar golpes” porque es un amigo, una persona mayor o que tal vez se va a enojar. Ese comportamiento convierte al marker en “cómplice silencioso” y perjudica a todo el resto.
No olvidemos que “el golf es una escuela de vida en la que cumplir y hacer cumplir las reglas es hacer bien los deberes”, en la que grandes y chicos debemos compartir y aceptar sus postulados. Su no observancia nos coloca en situación de no estar jugando al golf, precisamente, sino a cualquier otra cosa.
Programa
Sendos torneos individuales por golpes se disputarán este sábado en los clubes de golf de la región. En el Villa María Golf Club será a 18 hoyos medal play para todas las categorías. Estarán en juego los premios instituídos por el Gimnasio Frecuencia C.
En Bell Ville, en tanto, se jugará un torneo similar con premios de la Comisión Directiva. En ambos casos están abiertas las anotaciones de participantes.