“El fin de semana, los compañeros del turno que empieza a las cuatro de la madrugada tienen que cruzar los dedos porque no saben a qué están expuestos”, dijo Fernando Páez, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) de Villa Nueva.
La preocupación radica en la cercanía de la ex-Nestlé, donde se desempeña la mayoría de sus representados del sindicato, con el boliche villanovense Quinoto, lo que los “expone a un riesgo permanente”.
“El fin de semana pasado, cuando un compañero iba a trabajar, fue chocado por otro conductor que presumiblemente estaba ebrio. El compañero sólo esperaba el semáforo, sufrió el choque, el auto no le sirve más para nada y él tuvo una fisura como consecuencia del impacto”, dijo, recordando el accidente del que fue víctima Víctor Fuensalida, en la ruta provincial 2, donde está la industria y el boliche.
“Nosotros hablamos con la empresa porque es una situación de mucho riesgo. A esa hora los compañeros van en auto, moto o bici. Y es un peligro”, dijo.
Entiende que deberían hacer controles “principalmente de alcoholemia, para no dejar conducir a la gente que ha tomado de más”.
Dijo que por esa vía hay otras industrias y “es muy injusto que tengas que ir a trabajar cortando clavos para que no se te cruce alguien que tomó alcohol y no es consciente de lo que hace”, puntualizó.
Esperan desde el gremio que se intensifiquen los controles para evitar que ir a trabajar o salir del empleo en horario nocturno signifique un peligro para la vida.