A los 26 años, Emanuel Barbosa tiene impregnado el sacrificio en el fútbol.
Tenía apenas 14 cuando, desde su Chaco natal, partió rumbo a Buenos Aires con el bolso cargado de sueños de profesionalismo. Hizo inferiores en Lanús, pero no pudo alcanzar el objetivo grande de la Primera división y debió pelear en el ascenso. Jugó en Lincoln (Rivadavia y El Linqueño), Argentino A y Argentino B, y recaló más tarde en Río Gallegos, bien lejos de su pago.
En tierras patagónicas, Julio César Toresani, quien por entonces dirigía a Deportivo Madryn, quedó encantado con el juego de Barbosa y eso lo llevó a tenerlo muy en cuenta para traerlo como unos de los primeros refuerzos de Alumni, rumbo a la próxima temporada del Argentino B.
Hoy, en la previa del campeonato donde Alumni necesitará de protagonismo, la apuesta del “Huevo” parece interesante porque Barbosa exhibe en los amistosos y en los entrenamientos una impronta distinta: juega bien, es zurdo, de respetada pegada en la pelota detenida pero no se queda en exquisiteces; con una versatilidad necesaria en estos tiempos, corre y mete como una forma de demostrar que lo suyo siempre fue el sacrificio.
“Estoy contento con lo que hago porque siento que las cosas me las tomo en serio y cada pelota o lo que me toque jugar, voy a tratar de dar todo y es para lo que estamos… Cada cosa que buscamos, lo tenemos que ganar dentro de la cancha”, sostiene el chaqueño, como una premisa.
“Cuando se viene a un club nuevo, donde no te conocen, te planteas un desafío personal, dar lo mejor, tratar de cumplir y sumar siempre, así te toque estar adentro o afuera; hay que ayudar al equipo a conseguir buenos resultados y a pelear el torneo”, agrega.
Con los desafíos por delante, en lo personal y grupal, Barbosa sabe que primero hay que llegar bien al campeonato y así lo razonó también en diálogo con EL DIARIO.
Buena previa
El nuevo Alumni está invicto en amistosos y viene de ganar (2-0) ante Sarmiento de Leones, ¿es una buena previa de campeonato?
“Creo que lo importante es sumar fútbol y que el grupo se vaya uniendo, como ahora. Estamos conociéndonos porque la mayoría no ha jugado junto, entonces hay que sacar lo positivo. Ganar los amistosos importa, pero lo más importante es sumar fútbol y terminar esos partidos sin fatigas”.
En ese sentido, al ser un plantel con muchas caras nuevas, ¿el tiempo de esta pretemporada es vital?
“Sí, es importante, pero eso lo veremos cuando arranque el torneo, cuando juguemos por los puntos vamos a tener que mostrar lo que trabajamos en este tiempo y a demostrar en la cancha para qué estamos”.
Con tu experiencia en la categoría, ¿cómo lo ves a Alumni en su objetivo por dar pelea?
“Creo que hasta la gente de afuera vio que este equipo va ir al frente, mete; cuando tiene que jugar, juega y también corre. Esta categoría es muy dura y los amistosos que venimos jugando dan la pauta de cómo se juega el torneo, es la verdad. Después es correr y meter, pero siempre siendo uno mismo dentro de la cancha”.
¿Y a ustedes les van a “meter más” porque para muchos asoman como candidatos?
“Creo que nos van a jugar de manera distinta, es cierto, pero si nos enfocamos en lo nuestro, creo que tenemos equipo para sacar diferencias. El tema es que hay que demostrarlo adentro de la cancha, no sólo quedarnos en las palabras”.
El carrilero
En un plantel con algunos nombres importantes, Toresani debe prescindir nada menos que de Santiago Aloi a la hora de armar el equipo, ya que Barbosa se perfila como titular para el inicio del certamen, de acuerdo a lo que se visualiza en cada partido de pretemporada.
El chaqueño parece no salir de la izquierda del mediocampo y se aboca a realizar todo el recorrido por ese carril, tanto sea para la recuperación de la pelota como para volcarse al ataque.
En una línea de tres defensores, ¿los jugadores de tu puesto deben tener un mayor compromiso?
“Creo que somos carilleros y es nuestro trabajo, tenemos que tratar de cumplir de la mejor manera con todo, saber defender, pero sabiendo que la prioridad es atacar por afuera”.
¿Con Antonino (el otro volante externo) se conocían?
“Con Luciano nos hemos enfrentado en el sur”.
¿Y con otros compañeros?
“No, conocía de vista a un par de compañeros y estamos contentos porque armamos un lindo grupo y eso, adentro de la cancha, ayuda mucho”.
Más allá de su despliegue y su voracidad para disputar cada pelota, Barbosa llamó la atención en Alumni por su pegada en las jugadas con pelota detenida.
“Donde estuve jugando tuve la suerte de ser un poco el encargado de los tiros libres, pero vamos a tratar de trabajar para que las cosas salgan bien”, contó el chaqueño, con humildad.
Por ahora, Barbosa pasa el tiempo con la idea de dar un salto con el equipo y disfruta de la ciudad.
“Tengo a mi señora en Lincoln y cuando vino le gustó mucho, estamos contentos los dos” con Villa María, recalcó.
“Lo único -aclaró-, extraño mucho a mi hija que la tengo en Chaco, pero este es un trabajo y lo hago por ella”, remarcó.
En la “Placita”
Luego del amistoso que disputó el miércoles por la noche, en Leones, el plantel de Alumni volvió ayer por la mañana a los entrenamientos, en Plaza Ocampo.
En la ocasión, quienes más jugaron ante Sarmiento hicieron un trabajo regenerativo y el entrenador, Julio César Toresani, aprovechó para pulir otros aspectos.
Mientras, el preparador físico Eduardo “Tato” Bassi se ocupó también de poner a punto al volante Fernando Sanjurjo, último refuerzo, quien podría tener minutos de fútbol el próximo miércoles cuando Alumni reciba a Tiro Federal en el sexto amistoso de pretemporada.
La práctica de la víspera tuvo la presencia de algunos dirigentes del club, que se lamentaron por toda la historia que se tejió en torno a la partida de Ramiro Cortez, por un problema administrativo de la Liga Villamariense de Fútbol.
“Algunos hablaron de más, sin saber”, afirmaron.