Distintas cámaras de productores que nuclean a las industrias como el Centro de Industria Lechera (CIL) y la Asociación de Productores de Pequeñas y Medianas Empresas Lecheras (Apymel) han comunicado que -en el caso de ser aprobada- no recibirán la leche de los rodeos que utilicen la hormona Somatotropina Bovina (BST).
Actualmente, el uso de esta hormona de crecimiento no está permitido en la Unión Europea ni en países como Nueva Zelanda, Australia, Uruguay, Canadá y Japón, que se ubican entre los mayores productores y exportadores de leche en el mundo.
"Sumándose a la posición internacional del Codex, que ha retrocedido en el camino de su aprobación, por las dudas e incertidumbres de las consecuencias generadas sobre los seres humanos y los propios animales, en el medio local las diversas instituciones agropecuarias como así también las cámaras de productores de leche de las diferentes provincias, en las últimas semanas han solicitado a las autoridades nacionales su no aprobación al uso de la BST en el territorio nacional", coincidieron ambas entidades.
"Algunos laboratorios interesados proponen el uso de estimulantes sintéticos para aumentar la producción de los animales. Los titulares de las patentes de estas sustancias están promoviendo su aprobación y uso en la Argentina, sin considerar la opinión de los actores de la cadena productiva y los consumidores. Durante muchos años la lechería nacional se caracterizó y aún se caracteriza por su alta calidad composicional e higiénico-sanitaria y los productores evalúan que aún resta mucho por hacer en materia de productividad, sin necesidad de recurrir a estimulantes sintéticos", agregaron.