No siempre se puede fundir en un sólo movimiento plástico la destreza corporal con la belleza de las figuras. Cuando esa combinación mágica sucede, estamos en presencia de pura poesía.
El Circo Imperial de China ha logrado demostrar en escena que la creatividad puesta al servicio de las habilidades y técnicas acrobáticas pueden lucir un espectáculo de jerarquía internacional. Máxime, cuando se recrea una clásica historia infantil (“La bella durmiente”) en una secuencia de pasajes alegóricos. Las casi 3.800 personas que disfrutaron ayer las dos primeras funciones en la carpa montada dentro del Anfiteatro pudieron disfrutar de un show que no se privó de destrezas aéreas, demostraciones con platillos, contorsionismo, pirámides humanas y ejercicios solistas y colectivos, engalanados por un impecable vestuario y juego de luces.
Para hoy
Hoy se brindarán las últimas dos funciones a las 15 y a las 18 (con capacidad para 2.200 personas cada una).
Entradas a $100, $150 y $190. Las boleterías del Anfiteatro estarán abiertas desde las 10.