Durante los primeros días de agosto, el Rectorado de la UNVM reunió a investigadores del país y Latinoamérica para pensar la educación superior en la actualidad. La doctora Mercedes Civarolo, docente de esa alta casa de estudios y coordinadora del evento, habló junto a dos investigadores de Buenos Aires sobre el desafío de mejorar la calidad educativa
Hace exactamente un mes, el Rectorado de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) reunía a más de 400 docentes de todas las provincias argentinas y países hermanos. La razón de semejante evento giraba en torno a un tema de candente actualidad: pensar la educación superior en tiempos de la globalización. O, dicho de otra manera, cómo acoplar las didácticas al eminente cambio de paradigma que se impone en las aulas. Han pasado 30 días desde aquel evento en los calendarios del mundo, pero en la agenda de las universidades argentinas la conversación no ha hecho más que empezar.
“La idea de las jornadas fue instalar el tema de la calidad de la enseñanza en un mundo donde los cambios globales están afectando a la educación superior”, comenta la doctora Civarolo desde su oficina en la Secretaría de Investigación y Extensión de la UNVM.
“Hay una urgencia de revisar los modelos pedagógicos del presente, ya que hoy necesitamos algo diferente debido a esta nueva cultura del aprendizaje. Tenemos que pensar que universidades muy prestigiosas como Oxford y Harvard ya están ofreciendo cursos online al mundo entero, los famosos Massive Open Online Course (MOOC, cursos en línea masivos y abiertos-), entonces no nos podemos quedar atrás en el debate”.
-Los MOOC y los nuevos modelos de aulas globales fueron los temas que planteó el doctor Cristóbal Cobo en la apertura de las jornadas. ¿Cómo fue la recepción de esa conferencia?
-Creo que fue muy disruptivo poner al doctor Cobo en el arranque del evento porque él, como experto del Instituto de Internet de Oxford, lo que hizo fue poner sobre el tapete los problemas de este nuevo contexto de enseñanza y aprendizaje; contexto que está cambiando de manera vertiginosa más allá del nivel de alfabetización digital que se tenga. Este ha pasado a ser un tema ineludible de la didáctica actual: enseñar a través de la web. Y la charla de Cobo trajo más preguntas que respuestas.
-¿Han cambiado los temas en las agendas pedagógicas del país?
-Absolutamente, ya que enseñar mediante la tecnología implica cambiar el paradigma del aula. Junto a la magíster Sonia Lizarriturri ya empezamos a instalar esta problemática el año pasado con la visita del doctor David Perkins, de la Universidad de Harvard. Si bien a los didactas nos parece que este tema es ineludible, muchas veces no está en la agenda de las universidades. Pero estas jornadas han sido un maravilloso puntapié inicial para la nuestra, una puerta abierta al diálogo. Por eso hemos traído a los investigadores que iniciaron la reflexión didáctica en el país, como Alicia Camilloni y Susana Barcos.
-¿La universidad debe repensar su calidad educativa?
-No sólo ese tema, sino también el perfil con el cual estamos formando a los estudiantes y con qué habilidades van a salir. Creo que tenemos que dejar de lado los monólogos que damos los profesores en el aula para transformarla en un laboratorio de experiencias y aprendizajes colaborativos. Tenemos que apuntar a un alumno crítico, pero también creativo, ya que éstas son las habilidades que se vienen demandando a partir del cambio de los mercados laborales. Y las universidades latinoamericanas no podemos quedarnos al margen de esos cambios. Pero tampoco podemos negociar la esencia de la Universidad, que es la investigación, la producción de conocimiento y la docencia. Son los tres pilares fundamentales y esto plantea una dicotomía.
-¿Cómo ves la educación superior en la Argentina de hoy?
-Creo que vamos hacia un sistema universitario mejor estructurado. Ha habido un crecimiento y un equilibrio entre universidades públicas y privadas en el país, con 47 y 49 casas de altos estudios, respectivamente. También ha habido políticas de expansión que tienden a la inclusión y hoy existe una universidad por cada provincia. Eso me parece muy bueno para democratizar el acceso. Pero lo que me preocupa es la eficiencia interna del sistema. Los índices de egresados son bajos y hay que trabajar mucho en ese punto.
-¿La universidad pública no está siendo el mejor lugar para aprender?
-La universidad nació para formar a elites intelectuales, hasta que luego se hizo democrática y accesible para todos. Pero una investigación muy seria dice que la tendencia actual es que volvamos a los orígenes, ya que la masividad de los medios de enseñanza ha conspirado contra la calidad. Y parece ser que los que se van a formar cara a cara con un profesor volverán a ser miembros de una elite. Por eso es que desde cada equipo de cátedra, tenemos que trabajar en pos de la excelencia educativa. Sin parar.
Iván Wielikosielek