Nueve kilos es el peso mínimo recomendado por los especialistas que debe ganar una mujer durante la gestación.
El falso mito de comer por dos
Lo más común entre la mayoría de las futuras mamás es su preocupación por no ganar demasiado peso en esos nueve meses, en parte por las complicaciones que puede generar el sobrepeso a la salud de la mamá y el bebé, la incomodidad del exceso de peso, que se suma a las molestias que conlleva propiamente el embarazo y también por el temor a no recuperar fácil y rápidamente su anterior figura después del parto. Aunque menos, también hay mujeres a las que les ocurre lo contrario. Su aumento de peso durante la gestación no alcanza el límite inferior recomendado, y uno de sus mayores temores es que esto afecte al normal desarrollo del bebé, ya que se cree que podría nacer con un peso y una talla insuficientes.
¿Cuántos kilos hay que engordar?
Los especialistas recomiendan que la mujer gane entre 9 y 12 kilos a lo largo de todo el embarazo. Por debajo de 9 kilos el peso de la madre se considera insuficiente y puede ser debido a diferentes causas. Llenarse al poco tiempo de comer algo, una incómoda sensación de náuseas y vómitos, molestos ardores de estómago o falta de apetito son motivos suficientes para que la embarazada no coma todo lo que le demanda su organismo, de manera que las calorías y los nutrientes que ingiere son escasos.
A pesar de lo que pueda parecer, esta situación no tiene consecuencias negativas en el feto, ya que éste dispondrá de los nutrientes que necesita a través de las reservas maternas. El bebé se desarrolla de forma normal, por lo general, mientras que la madre gana cada vez menos peso.
Calorías precisas para ganar peso poco a poco
Las exigencias de energía y de nutrientes varían a lo largo del embarazo. Si el peso de la mujer en el momento de quedar embarazada es el adecuado, bastaría con tener en cuenta que, a partir de la segunda mitad de la gestación, aumentan las necesidades energéticas a razón de 250-300 calorías extras diarias.
Puesto que los requerimientos de ciertos nutrientes también son superiores en esta etapa, con incrementar la cantidad de lácteos y farináceos (cereales y derivados como el pan y la pasta, legumbres y papas) sería suficiente. Por ejemplo, una cuajada, un vaso de leche desnatada y cuatro dedos de pan aportan poco más de 300 kilocalorías y los lácteos cubren el 100% de las necesidades extra de calcio que exige el embarazo. Igualmente, hay muchas otras fórmulas para aumentar las calorías de la dieta y ayudar así a la ganancia de peso durante el embarazo, al tiempo que resulta apetecible para la mujer gestante.
Esta aclaración de las calorías extras requeridas por la mujer gestante ayuda a desterrar el mito de que la embarazada deba comer por dos. La madre lleva en su seno un ser muy pequeño y no hay razón para que lo alimente como si de un adulto se tratara.
Lic. Daniela Reyes
Nutricionista
MP 2116
Policonsultorios AMEL