Se autodefine como “muy curioso” y apasionado por “descubrir cosas nuevas”. Es fanático del animé (dibujos animados de procedencia japonesa) y en el futuro se ve como arqueólogo o realizando tareas de investigación.
Se llama Vittorio Escurra, es villamariense, tiene 11 años y días atrás logró el puesto de primer subcampeón del segundo nivel (reservado a niños con seis años de escolaridad) en la instancia provincial de las Olimpíadas Matemáticas Ñandú que se llevaron a cabo en la ciudad de La Falda, con la presencia de centenares de alumnos y docentes.
Vittorio concurrió al importante evento en representación del Nivel Primario de la Escuela Normal Víctor Mercante, donde actualmente cursa el sexto grado “B”.
Cabe destacar que, durante las Olimpíadas, los estudiantes deben resolver tres problemas matemáticos. Superada esta etapa, los evaluadores definen cuáles fueron los tres más destacados. Luego, el trío es sometido a una evaluación oral individual y de allí surge el veredicto final que determina las posiciones en el podio (un campeón y dos subcampeones).
El alumno villamariense, junto a una estudiante del Colegio Monserrat (fue la campeona) y un educando de la Escuela Maestro Manuel Oliva que funciona en Córdoba (segundo subcampeón), se ganaron un lugar en la instancia regional que tendrá lugar en la capital provincial cordobesa, el próximo jueves 12 de septiembre en Río Tercero.
Los clasificados en esta etapa obtendrán el pasaporte a las finales, que tendrán lugar entre el 30 octubre y el 1 de noviembre en la ciudad de Mar del Plata.
Pasión por conocer
“Me parece que el que otros chicos no se acerquen a la Matemática no tiene que ver con una cuestión de gustos. Para mí, no los intriga, no les llama la atención como a mí”, dice con suma tranquilidad Vittorio, en diálogo con EL DIARIO.
“Me encanta la Matemática porque me hace pensar. Entre todas las materias que tenemos, creo que es la única donde uno puede ir pensando y descubriendo cosas nuevas. En las disciplinas relacionadas con la ciencia, nos muestran los sistemas que ya existen y lo único que hacemos es repasar su funcionamiento, no es que vamos a descubrir algo novedoso”, explica el joven estudiante primario.
“La intriga de tener que resolver algo, pensar para lograrlo y saber que eso no está escrito en un libro, es lo que más me gusta”, subrayó el reporteado.
Más allá de las ganas de investigar, el joven alumno no deja de lado el nivel de sacrificio y esfuerzo para lograr niveles de excelencia en lo que emprende.
“Hay que prepararse para llegar a esto. Tenés que estudiar mucho, sin prepararte es difícil que logres avanzar”, indicó Vittorio, que asegura haberse “preparado solo” (con el apoyo de sus padres Pedro y María Eugenia, una maestra particular y los docentes de la casa de estudios primarios a la cual asiste diariamente) para afrontar las exigencias que le esperaban en las Olimpíadas.
En el orden de los sacrificios para lograr un resultado, el niño indicó: “A veces hay que dejar de lado encontrarse con un amigo, para quedarse estudiando. En realidad, lo hago porque me gusta mucho”.
“Si a mí me gustara mucho el rugby, estaría entrenándome todos los días muchas horas. Uno debe dedicar el tiempo a las cosas que le gustan y a mí me encantan las Matemáticas”, apuntó.
Respecto a su futuro, Vittorio indicó que “le gustaría investigar todo, ser arqueólogo o un poco de todo lo que tenga que ver con investigar, con descubrir”.
“Soy demasiado curioso… Eso soy, un curioso que siempre quiere saber más”, concluyó.