A sólo 25 días de cumplirse los dos años de uno de los crímenes más estremecedores que recuerde la sociedad villamariense, concluirá hoy el juicio que se le sigue a Cristian Sebastián Moschitari (38), acusado de haber asesinado a mazazos a Claudia Analía Rodríguez (36), el 29 de septiembre de 2011.
En la quinta y definitiva audiencia de este trascendental debate, que comenzará a las 9 y se anuncia muy intensa y prolongada, se escucharán los alegatos de las partes, luego se le concederá al acusado “la última palabra” y al caer la tarde se conocerá la sentencia a la que arriben jueces y jurados populares.
Moschitari está imputado como presunto autor de “homicidio calificado por alevosía”, un delito que es castigado con prisión perpetua por la legislación argentina, por lo que si es declarado culpable, pasará el resto de su vida en la cárcel.
Qué representa prisión perpetua
El artículo 13 del Código Penal de la Nación establece que la persona condenada a prisión perpetua deberá cumplir 35 años entre rejas para poder, recién entonces, solicitar la “libertad condicional”, lo que no implica que dicho beneficio excarcelatorio se le conceda sin más trámite (ver “Qué dice la ley”).
Dicho de otro modo, si Moschitari es castigado con la pena máxima, estará en la cárcel -como mínimo- hasta el 29 de septiembre de 2046, y para entonces tendrá 71 años de edad (nació el 4 de junio del 75). Sin embargo, para que se le otorgue la condicional, no sólo deberá observar buena conducta durante todo el período de detención, sino que poco antes de requerir la libertad tendrá que sortear con éxito una pericia psicológica que determine que está en condiciones de reinsertarse socialmente.
También puede ocurrir que, al cumplir 70 años (en 2045), el femicida solicite la prisión domiciliaria, algo que tampoco es seguro que se le conceda en forma automática.
Los alegatos
Esta última audiencia de debate, convocada para las 9 de la mañana en la sala ubicada en el quinto piso de Tribunales, comenzará con los alegatos de las partes.
En esta etapa procesal del juicio formularán sus conclusiones el actor civil, Héctor Mauricio Burique; luego hará lo propio el fiscal de Cámara, Francisco Javier Márquez; posteriormente alegará el representante de la Querella Particular, José Luis Bertoldi; en cuarto término se expresará la asesora letrada Ana María Díaz, en su calidad de representante promiscua de los hijos menores de víctima y victimario; seguidamente, Augusto Roberto Chiavassa contestará la demanda civil y, por último, Alberto Eduardo Chiavassa (tío del anterior) formulará la Defensa penal.
Se estima que las exposiciones de Márquez, Bertoldi y Alberto Chiavassa demandarán entre una hora y media y dos horas cada uno, mientras que los restantes actores de la causa utilizarán entre 20 y 30 minutos cada uno.
Ultima palabra y cónclave final
Concluidos los alegatos, el presidente del tribunal, René Gandarillas, le concederá a Moschitari la posibilidad de expresarse, en lo que se conoce como “última palabra”, y una vez concluida esta instancia, jueces y jurados pasarán a deliberar para dictar sentencia.
Del cónclave final participarán los ocho jurados titulares y los tres jueces técnicos que integran la Cámara del Crimen, es decir, Gandarillas, Silvia Saslavsky de Camandone y Edith Lezama de Pereyra.
Así las cosas, en las deliberaciones intervendrán los ciudadanos Nélida Alicia Jara, Samuel Figueroa, Verónica Soledad Tolosa, José Luis Danna, Lorena Elina Tártalo, Eduardo José Comba, Mónica Adriana Alcázar y Emiliano Mansueto Carena.
Cabe señalar que Carena remplazó al jurado titular Roberto José Giraudo, quien renunció al cargo el segundo día de iniciado el juicio por problemas de salud.
En tanto, los restantes jurados suplentes no participarán del debate final, puesto que así lo establece la Ley de Jurados Populares Nº 9.182. Ellos son María Isabel Ocampo, Melisa Mariel Burin y Diego Héctor Hergott.
De la votación sobre la inocencia o culpabilidad de Moschitari tomarán parte ambas magistradas y los ocho jurados, mientras que el presidente del tribunal sólo emitirá su voto en caso de que haya un empate.
Si el veredicto, aunque sea por simple mayoría (por ejemplo, 6 a 4), determina que el acusado es inocente, los miembros del tribunal deberán dictar la absolución y ordenar su inmediata libertad. Pero si el fallo es condenatorio, entonces serán los camaristas quienes, ya sin la participación de los jurados, resolverán la pena a imponer, aunque para el caso de Moschitari tiene una única sanción: prisión perpetua.
Qué dice la ley
El artículo 13 del Código Penal establece que “el condenado a reclusión o prisión perpetua que hubiere cumplido 35 años de condena (…), observando con regularidad los reglamentos carcelarios, podrá obtener la libertad por resolución judicial, previo informe de la dirección del establecimiento e informe de peritos que pronostique en forma individualizada y favorable su reinserción social, bajo las siguientes condiciones: 1º) residir en el lugar que determine el auto de soltura; 2º) observar las reglas de inspección que fije el mismo auto, especialmente la obligación de abstenerse de consumir bebidas alcohólicas o utilizar sustancias estupefacientes; 3º) adoptar, en el plazo que el auto determine, oficio, arte, industria o profesión, si no tuviere medios propios de subsistencia; 4º) no cometer nuevos delitos; 5º) someterse al cuidado de un patronato, indicado por las autoridades competentes, y 6º) someterse a tratamiento médico, psiquiátrico o psicológico, que acrediten su necesidad y eficacia de acuerdo al consejo de peritos”.
LAS FOTOS:
1- Al caer la tarde, Moschitari conocerá el veredicto de jueces y jurados. Por estas horas ya debe intuir que será condenado
2- Los ocho jurados populares titulares participarán de las deliberaciones para decidir sobre la inocencia o culpabilidad de Moschitari. Votarán junto a las dos juezas que acompañan a Gandarillas en el tribunal