El internacional Oscar Vizzari arribó ayer a la ciudad y rápidamente se sumó a los entrenamientos de Villa María Sports con vistas a la segunda ronda de la fase clasificatoria de la Liga Argentina A2 de vóley.
El jugador nacido en Córdoba y con 38 años de edad, le brindará al equipo la cuota de experiencia que le falta, además de la jerarquía que posee.
El jugador, que se inició en Banco de Córdoba de la capital provincial, jugó en la Liga Italiana (la más importante del mundo en lo que se refiere al vóley), dos temporadas en España y dos más en Grecia.
Fue jugador de la selección Argentina y jugó el Mundial 1998 en Japón, cuando el técnico era Daniel Castellani.
Por la mañana el plantel trabajó ayer en el gimnasio del Sport Social Club y por la tarde hizo un segundo turno, pero con pelota.
Luego del entrenamiento matutino, EL DIARIO dialogó con el importante refuerzo del plantel villamariense.
- ¿Con qué expectativas te sumas al equipo?
- “Son buenas. Llego a un equipo donde, si bien le fue mal el fin de semana, no tiene problemas, es uno de los candidatos, sin lugar a duda y está entre los primeros. Mis expectativas son muy buenas, es un equipo joven que le falta experiencia, le hace falta crecer todavía. Con muchas ganas.”

El receptor, que en 2008 jugó para Universidad Nacional de Córdoba en el torneo de la Federación Cordobesa conoce muy bien al técnico Gallardo, con quién trabajó la pasada temporada.

- ¿Qué conoces del equipo?
- “Algunos chicos yo los conozco. El año pasado jugué en Córdoba, luego de muchos años y no conocía el ambiente. Son chicos nuevos. A la mayoría los conozco, jugamos en contra con los de Villa María, con los que llegaron de otros lugares como Carlos Paz o que han jugado en la selección. Sé de donde vienen. Tienen un buen nivel. Acá en el entrenamiento estoy viendo que son buenos. Con respecto a los nombres del equipo, son chicos jóvenes que tienen un buen futuro, esta son sus primeras armas. Esperemos coordinar bien experiencia y juventud para hacer las cosas bien.
Sé que el ambiente de trabajo es muy lindo, tengo referencia por Ale (Gallardo), por “Kiss” (Ruiz, el asistente técnico) y por Aldo Invernizzi. Veo que quieren hacer bien las cosas y eso no es poco. Con la crisis que hay y encontrar ganas por hacer cosas por el vóley no se ve en muchos lados, así que esperemos que salgan las cosas bien.”

- ¿Tu responsabilidad será darle experiencia y tranquilidad en los momentos en que el equipo se desordena?
- “Sí. Puede ser. Ojalá que se dé. Ellos son jóvenes, como alguna vez lo fui yo y puedo saber rápidamente qué errores se cometen, pegar un grito, dar un apoyo a alguien. Hay cosas que se viven en el momento y que tal vez ellos no tengan la sabiduría o la frialdad para pensarla. Ojalá que pueda darle eso al equipo y pararlos, pegarles un grito en el buen sentido, y tranquilizarlos cuando haga falta.”

- Una falla que mostró el equipo es el bajo porcentaje de recepciones óptimas. Vos tenés mucha experiencia en eso, le vas a dar un aporte importante...
- “Es lo que hice siempre. Fui siempre receptor. No los vi mal a los chicos, pero parece que están mal. Si me llaman para eso también, acá estamos para ayudar.”

Por la tarde el jugador trabajó junto al resto del plantel en el Salón de los Deportes, en trabajos con pelota y ya planificando lo que será el viaje al noroeste, donde el fin de semana jugará ante Koyote de Salta y Pellegrini de Tucumán.