Anoche, cuando en el cielo comenzó a brillar la primera estrella, el pueblo judío celebró el inicio del año 5744.
Pablo Gornitz, miembro de esa comunidad en Villa María, indicó que el número surge “de la lectura y recopilación de las edades de los personajes bíblicos que nos llevan al origen del hombre, que sería para nosotros el año uno”.
Para los judíos, el Año Nuevo tiene un doble significado. “Por un lado, es la alegría de la renovación y por el otro, es el momento de presentar un balance ante el Creador, para dar cuenta y arrepentirse de los errores, reconciliarse con quien uno se haya enfrentado y comprometerse a evitar los nuevos errores en el nuevo período”.
“Ese es nuestro balance, pero el juicio se termina sellando ocho días después, cuando celebramos la jornada más sagrada del judaísmo, el Día del Perdón”, agregó.
Se inicia en el atardecer del viernes 13, oportunidad en que van al templo a rezar. Al día siguiente, a la mañana, vuelven a reunirse en el templo ubicado en la calle Entre Ríos para seguir con ayuno, oración y la lectura de textos que hablan de la misericordia de Dios hasta que cae la tarde.
Ritos
Gornitz explicó que al Año Nuevo lo comienzan a celebrar reunidos en el espacio religioso de la comunidad y luego cenan en familia. “El símbolo principal de esta fiesta es la manzana y la miel, que representa que esperamos un año dulce. Como lo denominamos rosh hashana (cabeza de año), el plato principal suele presentarse con la cabeza del pescado”, informó.
Para el Día del Perdón, como dijimos, la comunidad se reúne en el templo donde además del arrepentimiento, agradecen la bondad de Dios. “Es un mensaje optimista, es creer que el hombre puede mejorar hasta el último momento de su vida y recibir el perdón del Creador”, concluyó Gornitz.