A todo el deporte se le hizo un nudo en la garganta y se le escaparon varias lágrimas cuando, pasadas las 13 de ayer, se conoció la noticia del fallecimiento del profesor y licenciado Mario Alberto Bachiochi, reconocido docente del área de Educación Física y dirigente deportivo.
Bachiochi tenía 52 años, había nacido el 18 de enero de 1961 en esta ciudad y estaba casado con Graciela Magallanes, también docente, con la que tuvo tres hijos: Gina, Genaro y Stéfano.
En 2009 se le había detectado una cruel enfermedad, contra la que peleó sin treguas hasta su final. Sus ganas de hacer y su incansable voluntad por gestionar actividades lo hicieron seguir colaborando hasta hace pocas semanas atrás, donde sufrió un desmejoramiento de su estado de salud que derivó en su deceso a las 13.30 horas de ayer.
El querido y respetado docente era director del Profesorado de Educación Física La Santísima Trinidad, coordinador de la Licenciatura en Educación Física de la Universidad Nacional de Villa María (cargos en los que estaba con licencia) y también presidente del Club Deportivo y Cultural Sparta.
El mencionado docente también trabajó durante muchos años en el Gimnasio Giuliano de esta ciudad.
Toda su vida estuvo vinculado al colegio Trinitarios, donde estudió en su etapa de escuela primaria, secundaria, luego en el profesorado de la institución y, desde hacía más de una década, director de este último.
A través de estos cargos fue un incansable colaborador de la Asociación de Basquetbol de Villa María, entidad en la que era un activo ayudante en distintos campeonatos provinciales y demás actividades. Más allá de estas características como profesional, Bachiochi será recordado por “su don de buen tipo”, ya que era querido y apreciado por amigos, docentes, deportistas y demás allegados.
Aficionado a los deportes en general, Bachiochi no compitió en forma federada en ninguna disciplina, pero su pasión por el fútbol (era fanático de River Plate) lo hizo acercarse a los torneos de AFUCO y hasta ser el primer director técnico del equipo de la UNVM, con la que fue campeón en 1997 de los Juegos Nacionales Universitarios en Mar del Plata.
“Ejemplo en la colaboración y en la gestión”, fueron palabras utilizadas en la tarde de ayer por muchos de los que lo conocían como dirigente, aunque todos lo recordarán por su afición a los deportes y, aún con su enfermedad, era habitual verlo sobre su bicicleta recorriendo la costanera.
Más allá de su enfermedad y como lo hizo desde siempre, Mario Bachiochi siguió gestionando y colaborando en la organización de distintas actividades, en las que deja un enorme vacío.
Fue el impulsor del vóley federado en el Instituto Trinitarios y uno de los gestores principales de la concreción de un viejo anhelo en Sparta, como lo fue tiempo atrás el piso de parqué flotante.
Conocida la triste noticia, todas las áreas del Instituto Trinitarios cesaron sus actividades, al igual que regresaron a la ciudad las escuadras de competencia colegial que se encontraban disputando los Juegos Deportivos Provinciales en Embalse, como así también dos equipos de vóley femenino que competían en San Francisco de un torneo en el Club El Tala, en las categorías Sub-13 y Sub-16. Lo mismo sucedió en la UNVM en la Licenciatura en Educación Física.
Mario Bachiochi es velado en una de las salas de Cochería Itatí y será sepultado hoy a las 10 horas en el cementerio La Piedad, previo oficio religioso en la Parroquia La Santísima Trinidad.
Comunicado del Trinitarios
"El licenciado Mario Bachiochi ha recibido el abrazo de Dios. La comunidad educativa del Profesorado de Educación Física La Santísima Trinidad, el Instituto La Santísima Trinidad, la Escuela Superior Integral de Lechería y el Club Sparta quieren hacer llegar, por este medio, las condolencias a familiares y amigos de Mario Alberto Bachiochi en este momento de dolor.
Mario vivió con intensidad su vida. El don de buena gente y proyección de futuro, junto a su reconocido carisma, lo hicieron liderar durante 30 años los campamentos educativos, las jornadas de vida en la naturaleza, las competencias deportivas, las galas institucionales, la conducción de la Organización De Acampantes Trinitarios (ODAT) y en cientos de actividades que promovieron los valores esenciales de una educación integral.
Comprometido con la docencia, transitó por años los distintos niveles de nuestra institución hasta alcanzar la dirección del Profesorado de Educación Física.
Su espíritu inquieto y su amor por el arte de enseñar lo llevaron a crear y trabajar con intensidad en la gestión de la Licenciatura en Educación Física. Un docente de ley, buen compañero, buena persona.
Que Mario se goce en Nuestro Señor. Nosotros, en el dolor, no dejamos de abrazarlo a él y a su familia con nuestra oración".
Comunidad educativa del Instituto Santísima Trinidad, Profesorado de Educación Física y Escuela Superior Integral de Lechería