“La base y el eje por el que seguimos teniendo un crecimiento general de violencia hacia mujeres y niñas es la impunidad. Si hasta los abogados se sienten impunes de decir semejante estupidez, porque es de cuadrado decirlo, entonces qué podemos esperar. Una mujer tiene derecho a vestirse como quiera y se ponga lo que se ponga sigue siendo una persona de derechos, un derecho a vida sin violencia”.
Las palabras pertenecen a Hugo Huberman, de Lazos Blancos, referente a nivel nacional que llegó a Villa María para ser parte del Cuarto Congreso Nacional y Segundo del Mercosur contra la Trata y el Tráfico de Personas. Y fueron las primeras respuestas que dio cuando EL DIARIO le contó pormenores del alegato del abogado defensor de Cristian Moschitari, Alberto Chiavassa. Moschitari es el hombre que el jueves fue condenado a prisión perpetua por el alevoso crimen de la madre de sus hijos, Claudia Rodríguez. Cuando su abogado lo defendió en la penúltima audiencia, dijo, entre otras cosas, que la utilización de zapatos con tacos por parte de la víctima no se condecía con una mujer que estaba atravesando una situación violenta.
“Tenemos un problema, que es que el sistema de Justicia no se mira desde una perspectiva de género, es decir una perspectiva diferenciada porque es mentira que somos iguales hombres y mujeres... no somos iguales en la realidad”, dijo el entrevistado.
“La plataforma de derechos y de acceso a recursos por parte de las mujeres está restringida. La Justicia tiene que rever su visión histórica. Por más que haya plataformas internacionales y leyes federales o provinciales de resguardo, si seguimos teniendo este tipo de pensamientos dentro de la Justicia continuarán los problemas”, advirtió Huberman.
Fue tajante al declarar que “ese pensamiento inhibe de derechos a una víctima y cuando uno es víctima, hay que callarse la boca. Hay que juzgar al victimario”.
- ¿El hecho de que sea el abogado defensor del acusado, lo justifica de alguna manera?
- “No, es peor. Lo tendrían que haber inhibido en la sala. Esta afirmación es una inhibición de derechos, es inconstitucional, el fiscal tendría que haber saltado: debería haber planteado que en esta sala que es de justicia, no podemos restringir un derecho”.
El dirigente sostuvo que “todas las violencias tienen un nacimiento en dos cimientos de nuestra cultura: la homofobia, el miedo a lo diferente, el miedo entre hombres, a que si me tocas sos gay y la misoginia, que es el odio profundo a las mujeres” y evaluó que “esto expresa el furcio judicial del defensor, que no puede decir lo que dijo, porque él mismo está hiriendo derechos”.
Cuando se le preguntó de qué manera se pueden revertir estas posturas y creencias, indicó que en primer lugar hay que efectuar capacitaciones dentro del Poder Judicial y declaró que hay avances en ese sentido.
“Estoy contratado por la Corte Suprema de Chubut para trabajar en el tema. Hay adelantos pero va a tardar, las leyes no cambian culturas, pueden traccionar pero no cambiar una cultura”.
En este aspecto, interpretó que el cambio debe darse desde la casa de uno, para empezar así a replicarlo.
“Esto debe surgir de la vida cotidiana, llevarlo a la cultura globalmente es muy pesado, pero empecemos por casa”, subrayó.
- ¿Esta cultura machista, incide en la “creación” de potenciales asesinos?
- “No quiero cargar las tintas sobre la cultura sin hablar de responsabilidad personal. No obstante, está empañada por la sociabilización que recibimos los hombres, que es súper violenta”.
- A pesar de que en Argentina se permitió el matrimonio entre personas del mismo sexo, ¿continúa presente la homofobia?
- “Sí, claro que continúa vigente. Fíjate que Buenos Aires es vivida como una ciudad amiga de gays y es terriblemente homofóbica”.
- ¿Las mujeres también tienen el rechazo que puede observarse en varios hombres hacia el amor entre personas del mismo sexo?
- “Sí y el movimiento de mujeres es el más inmovilizado. Hay dos problemas que presentan y quiero que lo pongas en comillas. Uno es “ser mujer” y el otro es el no cumplir con el lugar otorgado a la mujer.
Las comillas implican poder entender que una compañera primero es mujer y al serlo ya es sujeto de derecho, no tengo por qué preguntarle cuál es su orientación sexual”.
Saludos del Papa
Ayer pasaron representantes de la Justicia Federal de Villa María y Córdoba por el salón de la Sociedad Rural, también se habló de explotación sexual infantil, del acceso a la Justicia y otros temas, en el marco de la última jornada del Congreso de Trata. Anoche se elaboraban las conclusiones que EL DIARIO publicará apenas se conozcan.
El Papa Francisco envió una carta dirigida a todos los que participaron.
La amplia concurrencia colmó de expectativas nuevamente a los organizadores.