“En nuestro stand ‘¿Sirvo?, ¿o no sirvo?’ hacemos un proyecto para reutilizar la basura. Hacemos una composta, ponemos todas la cáscaras de huevo y verduras, pasto y hojas secas, excremento de animales y colocamos todo en un mismo pozo para esperar que eso se transforme en fertilizante para después ponerlo en algunas plantas como abono, para que nazcan fuertes y ricas”.
“Al principio nosotros pensábamos que todas esas cosas no servían porque tenían microbios, bacterias y hongos, pero después nos dimos cuenta que sí sirven porque pusimos eso en una quinta donde estaban todas las plantas secas, y luego empezaron a crecer más lindas y fuertes”.
“Hicimos un proyecto en el que dividimos un cajón a la mitad y en ambas partes le pusimos semillas de rabanitos. En una mitad le pusimos fertilizante y en la otra no, para ver cómo funciona el fertilizante”.
“Estamos muy contentos porque mucha gente vino a nuestro stand para ver nuestro trabajo”.