En la última visita del gobernador José Manuel de la Sota a Villa María, la prensa local le consultó a Hugo Testa, ministro de Obras Públicas, el estado de la obra de la ruta 10, en el tramo que une Oliva con Colazo. “Marcha según los plazos previstos”, dijo el funcionario.
Sin embargo, vecinos de la última localidad, acercaron fotos a la Redacción de EL DIARIO, para dar cuenta de que la obra se encuentra en estado de abandono y que no han cumplido con los plazos previstos.
“La obra empezó en julio de 2011 y, según dice el cartel, el plazo para terminarla era 12 meses. Es decir, que en julio de 2012 deberíamos tener la ruta terminada, pero hasta hoy se hizo muy poco”, señaló el vecino.
Asegura que por meses estuvieron interrumpidos los trabajos y en junio de este año retomaron con lentitud. “No tienen más que dos tractorcitos que no avanzan demasiado”, dijo el vecino, que vive en la zona rural y que a diario tiene que recorrer la maltrecha arteria. Cabe señalar que ese tramo viene postergado por décadas. Desde que se decidió interrumpir el trazado de la ruta en Oliva para continuar el pavimento desde James Craik, hasta sucesivos gobiernos desde el encabezado por Eduardo Angeloz al actual, que prometieron reparar ese olvido histórico, pero que aún sigue sembrado de baches y guadal.