Alberto Ilieff, desde Red Abolicionista, busca desterrar la prostitución y fue uno de los expositores en el Congreso contra la Trata que se desarrolló jueves y viernes en Villa María.
Las que siguen, son sus principales declaraciones de una extensa entrevista con EL DIARIO:
-“No hay diferencia entre trata y prostitución. La trata es un medio por el cual se llenan los prostíbulos de mujeres, de otra manera no podría presentarse la variedad de mujeres que requieren estos lugares”.
-“La prostitución no empieza después de los 18, en términos generales empieza a los 12 o 13 años, cuando son captadas y llevadas a los lupanares”.
-“Si no atacamos la causa, es inútil hablar de trata, es vaciar un balde dejando la canilla abierta”.
-“Cuando hablamos del tema hay que hablar en términos claros y que no confundan a la población: no hay sindicato, no existe en el país un sindicato y cuando lo intentaron, se denegó”.
Cuando se le dijo que se considera discriminación que no puedan sindicalizarse, respondió: “Cada uno puede considerar lo que quiere”.
-“No es trabajo, porque el trabajo es la venta de mi capacidad intelectual, física o de conocimientos a quien puede pagarlo y lo necesita. Mi cuerpo es el medio, cuando yo escribo uso el cerebro pero es el medio por el cual me expreso, el albañil usa el cuerpo para construir, en cambio, en la prostitución el cuerpo no está mediatizado, es la mercadería, es lo que es usado y se paga el uso de ese cuerpo, es poner el cuerpo para que alguien lo use y luego lo descarte”.
-“El tema no es si es trabajo o no, esa es la gran mentira; hablemos del cliente, del prostituidor, ese señor que cree que tiene derecho por 30 pesos a usar el cuerpo de una persona y después descartarlo”.
Cuando se le planteó que puede haber personas que la ejerzan de manera independiente y por motivaciones propias: “Si hilamos fino, en todo hay una motivación. Cualquier trabajador tiene motivación: obtener dinero, sostener a la familia y acá, seguramente, quienes dicen decidir voluntariamente tienen motivaciones y seguramente están convencidas de que deciden por sí mismas, pero cuando miramos la historia detectamos que desde chicas fueron llevadas, y demás. Si no, todas las mujeres pobres del país estarían en la prostitución y no es así.
Ocurre también que la gente que dice que lo hace por cuenta propia hace mucho ruido, recibe prensa, reciben 12 millones de dólares para hacer lobby en estamentos gubernamentales, para que sea considerado un trabajo”.
¿Dinero de quién?: “De organizaciones internacionales a través de máscaras como la lucha contra el HIV, la malaria. Se puede averiguar en Internet entrando a CTA, en donde dice para qué lo recibe, el objetivo y en cuánto tiempo.
Tienen mucho respaldo detrás, no nos olvidemos de que los tratantes y proxenetas tienen mucho poder económico y político, nosotros no lo tenemos, nos movemos cuando podemos y como podemos”.
-“Quizás estas mujeres, quiero creer, están convencidas que eligieron, pero rastreando sus historias vemos que no hay tanta posibilidad. Saquemos el tema de la mujer, que no es la causante: los que se enriquecen son proxenetas y tratantes, y los que se satisfacen son los clientes. Dejemos de mirar si la mujer elige o no; el proxenetismo es delito, ¿se elige entonces estar en un lugar delictivo?”.
-“La mayoría de los clientes no son conscientes de su complicidad, creen que como existió siempre, está bien”.
-“La mujer está en mayor desventaja por su lugar en la sociedad, el hombre te dice que si no tiene dinero sale a robar, en cambio, la mujer se prostituye. Ya hay caminos determinados para empujar a la mujer a la prostitución.
Son muchos menos los hombres que se prostituyen y lo hacen generalmente de manera transitoria. No tienen el estigma de las mujeres, incluso les dicen taxi boy. Nadie insulta con un ‘hijo de taxi boy’ pero, si hilamos fino, también se usa el cuerpo, es un acto de violencia de uso del cuerpo ajeno”.