“El tránsito lo hacemos entre todos”, reza una frase que muchos conocemos, pero que (muy) pocos aplicamos cotidianamente.
Entre los que se preocupan por la crisis vial que atraviesa Villa María, se encuentra Edgardo Fabián O., que se puso en contacto con EL DIARIO para dar a conocer una situación que considera debe ser atendida a la brevedad por las autoridades municipales.
“La esquina de Mendoza y Cárcano se ha transformado en un lugar de accidentes continuos”, remarcó el vecino antes de augurar que “no bastan las estrellas amarillas que ya han pintado en el piso, sino que va a seguir habiendo accidentes tremendos”.
Concretamente, el frentista como ejemplo citó que “los que circulan por Cárcano doblan por Mendoza cuando se pone la luz verde, sin saber que los que vienen por el bulevar también tienen luz verde”.
“No me gustaría ser noticia por haber anticipado futuras muertes o accidentes gravísimos como el que ocurrió esta semana (hace referencia al choque donde se lesionó gravemente un motociclista de 24 años)”, manifestó Edgardo.
“Se necesita o bien un semáforo que advierta que no se puede doblar desde Cárcano a Mendoza sin ver el otro semáforo o directamente prohibir el giro. Realmente es una ruleta rusa doblar en esa esquina”, consideró el autor de la denuncia.
“Confío en que todo se solucionará rápidamente, ya que veo una gran preocupación en las autoridades por los accidentes que están ocurriendo.
Una opinión para solucionar
Respecto a la problemática del tránsito en Villa María, otro vecino local también quiso poner en consideración sus reflexiones y proyectos.
“Sugiero se estudie el sistema europeo, tuve la oportunidad de visitar varios países de Europa y nunca he visto un accidente urbano, el secreto está en la velocidad y cómo se controla ésta, muy simple, se educa a los conductores a respetar al peatón”, sostuvo Alberto C.
“En Europa el peatón cruza la calle por las sendas peatonales sin fijarse si viene un auto, porque el que tiene que fijarse es el conductor si cruza algún peatón y tiene que detener el vehículo, esto implica que no se puede andar a altas velocidades porque en la próxima esquina posiblemente tenga que detenerse para dejar pasar a un transeúnte”, acotó.
“El secreto está, por consiguiente, en lograr el respeto absoluto al peatón y eso conlleva incuestionablemente a la reducción de la velocidad, que por más que se hable y discuta sobre la problemática del tránsito, el problema es la velocidad”, concluyó.