En la edición de ayer nuestro matutino publicó declaraciones del secretario de Prevención Comunitaria de la Municipalidad de Villa María, Carlos De Falco, quien entre otras cuestiones adujo que “la mayoría de las concesionarias de motos no cumple con la exigencia de entregar el rodado con el casco protector”.
La respuesta por parte de los representantes de algunas concesionarias dedicadas a la venta de motocicletas no se hizo esperar y todos ellos fueron contundentes al afirmar que “no podemos imponer el casco a los clientes”, aludiendo diferentes motivos que cada uno de ellos explicó en un relevamiento realizado por EL DIARIO.
El primero de los empresarios consultados expresó que “cuando uno quiere vender la moto con el casco, muchos de los clientes se resisten a abonar el importe del mismo aduciendo a que ya poseen el elemento protector o que no desean adquirirlo. Uno no puede exigirle al cliente que abone el precio del casco e imponérselo en el precio de la moto, a veces se pierden ventas por esa cuestión”.
“Distinto sería que el municipio regale el casco, porque si ellos están tan preocupados por el tema, deberían obsequiarlo ellos o no cobrar el impuesto municipal durante un tiempo o bajar los aranceles de inscripción que son altísimos. Creo que ésa sería una buena medida impulsada desde la Municipalidad. Pienso que no nos pueden pasar la responsabilidad a los concesionarios a que obliguemos a los clientes a adquirir un casco”, agregó.
“Ningún concesionario va a regalar el casco, es un costo oculto que en algún momento se le deberá aplicar al cliente. Eso puede generar que el cliente compare el precio de la misma moto en otro comercio y se encuentre con que hay diferencias en el costo. Un usuario que viene con una moto usada y la entrega para adquirir una nueva ya posee casco y yo no lo puedo obligar a que me compre otro más y allí se genera un tira y afloje con el cliente”, concluyó.
Otro de los consultados en el relevamiento indicó que “me parece bien que la Municipalidad salga a hacer algo por el tema de lo que está pasando con la cantidad de jóvenes que se están accidentando en moto, pero siento que se están equivocando hacia dónde tienen que apuntar para que se cumpla con la regla del uso del casco”.
“Algo más sencillo sería que mantengan un diálogo con las terminales de motos que hay en el país y obligarlos a ellos a que vendan las motos con el casco incluido, entonces cuando mi agencia compre una cierta cantidad de motos cada una de éstas ya venga con el elemento protector. Está perfecto que el municipio se preocupe por la situación que está atravesando la ciudad con el tránsito, pero no pueden venir a obligar a las agencias o a los clientes a que compren un casco cuando en muchos de los casos ya lo poseen”, apuntó.
“Es imposible controlar el uso del casco de esta forma, hay muchas cosas por cambiar para que no haya tantos accidentes. Me parece bárbaro que la Municipalidad quiera mantener una reunión con los representantes de las concesionarias, porque en lo que podamos ayudar lo vamos a hacer, pero hay cosas que están perjudicando a las agencias y que no son la solución al inconveniente del tránsito”, sentenció.
En concesionaria fueron tajantes al remarcar que “como concesionario de motos no nos sentimos responsables de que el usuario de una motocicleta utilice casco. Sí estamos de acuerdo con que se circule en la vía pública utilizando el elemento protector por la seguridad del mismo conductor, pero no es nuestra responsabilidad ni nuestro deber controlarlo si se usa realmente o no. Esa es una responsabilidad del municipio, de hacer mayores controles o buscar otras alternativas en donde se pueda cumplir con esta ordenanza que quieren imponer, pero no lo vemos viable porque el cliente no está de acuerdo en pagar un precio extra de la moto para adquirir un casco”.
“Cuando a la moto se le pone un precio extra de 300 pesos, el valor de un casco, el cliente se niega a adquirirlo y la agencia pierde la venta por el casco. Soluciones posibles para este tema hay varias. Una de ellas podría ser que la Municipalidad, si son ellos los que quieren hacer cumplir esta ordenanza, baje ciertos aranceles de inscripción en las motos para que podamos llegar a regalar un casco. Otra alternativa es que al momento de pagar las tasas municipales por el monto de facturación de cada concesionario, nos veamos beneficiados con un porcentaje inferior, pudiendo amortizar el casco dentro de ese descuento”, contaron también.
“No nos sentimos obligados a tener que regalarle un casco a un cliente y el comprador tampoco tiene por qué hacerlo si ya posee un casco. En lo que sí podemos ayudar a la comuna es a que cuando un cliente venga a retirar una moto lo haga con un casco en la mano. Están ocurriendo muchos accidentes en la vía pública y hay que tratar de mejorar eso, pero no tiene nada que ver con que nosotros vendamos una moto con casco o no. Si el cliente nos compra una moto con casco y después lo lleva en el codo o debajo del asiento, es lo mismo que nada. No tiene sentido que dejemos de obtener rentabilidad en nuestras ventas para otorgarle un beneficio a la Municipalidad”, concluyeron.
Finalmente, gerente de otra firma dedicada a la venta de motocicletas aludió que “somos los primeros que queremos que la gente use el casco, porque va en contra nuestro que haya accidentes, pero nosotros al entregarle un casco al cliente se lo tenemos que cobrar, porque los márgenes que manejamos son muy chicos”.
“La persona que te compra tres o cuatro motos en un año te dice que no quiere otro casco porque ya tiene. En el caso del cliente que entrega una moto usada para adquirir una nueva es similar, porque en la gran mayoría de los casos es un cliente que ya tiene casco y no quiere que le vendan otro. El tema es concientizar a la gente en que tiene que utilizar el casco y eso es responsabilidad de cada usuario y del municipio que tiene que ser rígido en los controles de tránsito”, remarcó.
“Estoy totalmente de acuerdo con que el uso del casco sea obligatorio. Yo he ido a ciudades como Mendoza en las que todo el mundo anda con casco, porque están concientizados de esa manera. Si De Falco quiere que le demos un casco a todo el mundo, se lo daremos y se lo cobraremos, pero si después en la calle no se exige su uso, es lo mismo que nada. Las agencias somos las más interesadas en que los problemas en el tránsito se solucionen, pero hay que buscar una solución que sirva, que sea efectiva”, dijo.
Fotografías: 1) Los agencieros pensaron en otras posibles soluciones para los problemas del tránsito
2) Todos coincidieron en que es complicado obligar a los clientes a adquirir un
casco