La concejala del Partido Villamariense Escindido Social Cristiano, Georgina Etchegaray, elevó un pedido de informe a la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) en el que solicitaba que “con carácter de urgente” se informara sobre el estado de los transformadores.
Puntualmente, la edil preguntó por la cantidad de transformadores que hay en la ciudad, el estado general de los mismos conforme a la normativa vigente, es decir, si tienen o no PCV y por qué algunos de los transformadores no contienen la leyenda que exige la ley especificando que es un “aparato descontaminado libre de PCV”.
“El pedido de informe lo hice en marzo de este año y nunca tuve respuesta”, explicó la edil.
“Verbalmente y extraoficialmente, empleados de EPEC sostienen que los transformadores no tienen más PCV y que se ha cambiado por otro refrigerante, pero las dudas están porque, por más que insistimos, no obtuvimos una respuesta oficial de parte de la empresa. Además, en muchos transformadores no se cumplió con la colocación de la leyenda de que están descontaminados y siguen derramando una sustancia que no se sabe qué es”, sostuvo la concejala.
El pedido de informe de Etchegaray a EPEC fue motivado porque vecinos de distintos barrios, preocupados por el estado de los transformadores y el silencio oficial, se comunicaron con ella.
Vecinos movilizados
Hace unos años Norma Rinaudo de Fissore y Silvia Mellano, junto con un grupo de vecinos del barrio Santa Ana comenzaron a realizar un relevamiento de los transformadores que existían en el sector debido a que frecuentemente en ellos se producían explosiones y derramamiento de fluido.
La preocupación de los vecinos se acrecentó cuando corroboraron que en ese momento el número de casos de cáncer había aumentado en el sector, aunque no pudieron comprobar fehacientemente que fueran producidos por el PCV de los transformadores.
El grupo de vecinos autoconvocados conformó un informe de la cantidad de patologías existentes por cuadra y algunos médicos consultados, opinaron que el PCV era altamente peligroso y contaminante, ya que podía generar enfermedades cancerígenas e incluso abortos espontáneos.
Esta información que los vecinos recabaron durante años le fue entregada a la concejala para que pidiera informes a EPEC.
“Yo tomé contacto con ellos el año pasado, cuando se contactan conmigo y me presentan toda esta documentación, preocupados porque siguen viendo que de los transformadores se desprende una sustancia que tiene el mismo color y textura que el PCV”, aseguró Etchegaray.
Por culpa del viento
Etchegaray señaló que en el año 2002 una ley nacional estableció que entre 2005 y 2010 en todo el país debían desarrollarse programas para erradicar el PCV de los transformadores. La provincia fue una de las precursoras y lanzó un programa llamado “Córdoba libre de PCV”.
La concejala insistió en que, por normativa, una vez que se cambia el refrigerante, en el transformador tiene que existir la leyenda que aclare que está libre de PCV.
“Llamamos un montón de veces a EPEC y la única respuesta verbal que logramos es que no hay registros de transformadores con PCV, dando a entender que ya no hay”, precisó.
“En cuanto a que algunos no tienen la leyenda, un empleado nos contestó que ésta es una zona de mucho viento y que es probable que los carteles se hayan volado”, contó, sonriendo.
Otro punto sobre el que indagó la edil fue por el traslado solicitado por los vecinos del barrio General Paz, algo por lo que tampoco tuvo respuesta de parte de la empresa.
Los vecinos de Parque Norte también le hicieron llegar su preocupación por esta situación.