Lucía Pairola viajaba, al cierre de esta edición, rumbo a la ceremonia de beatificación del Padre Brochero. Ella es villamariense y junto a jóvenes de distintos lugares decidió estar presente hoy en el trascendental acontecimiento para los católicos.
Cecilia Burello es otra villamariense que ayer al mediodía ya estaba en las sierras cordobesas junto a su novio Alfonso y sus padres. También dialogó con EL DIARIO.
De la Diócesis de Villa María viajan unas 650 personas de las siguientes parroquias, organizadas en colectivos: Iglesia Catedral y Nuestra Señora de Luján de Villa María, La Anunciación (Etruria), San Ignacio (Villa Nueva), San José (Hernando), Inmaculada Concepción (Bell Ville), Nuestra Señora del Carmen (Río Tercero), Exaltación de la Santa Cruz (Noetinger), San Roque (James Craik) y San Marcos (San Marcos Sud). En este número de peregrinos no se incluyen muchos que lo hacen en forma particular y saldrán de las distintas localidades de la Diócesis. Andrea Mignola, secretaria del Obispado, indicó ayer al dialogar con EL DIARIO en la sede de calle Mariano Moreno que se calculaba que serían otras 600 personas las que se movilizarán por su cuenta desde esta zona.
Los colectivos partieron anoche desde la Catedral. El obispo Samuel Jofré ya no se encontraba durante la mañana de la víspera en la ciudad, ya que viajó para la ceremonia. Entre los sacerdotes que asistirán se cuenta a Darío Barrera, secretario canciller del Obispado y el padre Cristobal Ruiz.
Según datos oficiales de la Iglesia Católica, de la Diócesis de Río Cuarto viajan 2.282 fieles y de la de San Francisco otras 500 personas.
La ceremonia está prevista para las 10 de la mañana en el predio del Cristo Blanco, en donde se concretará la Santa Misa de beatificación del padre. Mañana, en tanto, se oficiará una misa de Acción de Gracias por el nuevo beato, presidida por monseñor Santiago Olivera. Será en el atrio Nuestra Señora del Tránsito, desde las 10.
Hoy habrá un área reservada para los invitados especiales (familiares del padre Brochero, familiares de Nicolás Violini, quienes recibieron el milagro otorgado a Brochero, obispos, sacerdotes, periodistas) y otra área conformada por 23 sectores distribuidos en todo el predio.
Testimonios
Lucía Pairola le contó a este diario que el presenciar la ceremonia “es un gesto de fe”. “La Iglesia nos llama a manifestarnos. Por miedo al rechazo, al qué dirán, por temor a la diversidad y el no respeto de la opinión del otro, los seres humanos nos guardamos lo que creemos. Esta es, en cambio, una posibilidad de manifestarnos”, sostuvo. Subrayó que se trata de una peregrinación: “Es así una invitación a sentirnos Iglesia; todos lo somos. Salimos de nuestra casa, de un lugar de comodidad, a movilizarnos hacia donde hay una gracia. Es un momento para compartir”. Y dijo que el cura es “atractivo por su sencillez”. Preveía que llegaría hoy a las 5 de la mañana, luego de un viaje con mate y pururú.
En tanto, Cecilia Burello reveló que en marzo pasado prometió estar presente si se recibía, lo que consiguió en abril, cuando alcanzó el título de licenciada en Comunicación.
“Con mi familia hace más de 20 años que vacacionamos acá, conocemos la historia y somos muy católicos. Nos impacta la perseverancia que tuvo en medio de, literalmente, la nada. Murió en medio de pestes, murió en su ley por ayudar a la gente”, rescató desde el pueblo serrano.