Los incendios que generaron grandes pérdidas en las sierras de Córdoba fueron combatidos por bomberos de toda la provincia, quienes lucharon de noche y de día para intentar apagar el devastador fuego. Desde Villa María también colaboraron algunos servidores públicos y uno de ellos fue Federico Balbas, de 21 años de edad, quien relató a EL DIARIO cómo fue la experiencia de tener que trabajar junto a sus compañeros en el lugar.
“Vimos un paisaje muy triste y desesperante, para todos los bomberos que trabajamos en el lugar, al ver a los habitantes de los diferentes lugares totalmente desesperados porque se les quemaban sus casas o sus medios de trabajo que tanto sacrificio les costó lograr, perdieron todo”, relató.
“Se vivieron instantes de mucha tensión, por momentos teníamos que concentrarnos en el trabajo que fuimos a hacer y en otros tratando de contener a las personas damnificadas por el incendio”, contó también.
Con respecto a esta última situación, Federico indicó que “no sólo teníamos que dedicarnos a apagar el fuego, sino que también tuvimos que ser como una especie de psicólogos para esa gente, algo que siempre se trata de hacer desde la actividad bomberil, porque para eso nos capacitamos. Nosotros los bomberos también somos humanos, somos de carne y hueso, pero hay situaciones en las que tenemos que ponernos en una situación neutra, para contener a la persona que está sufriendo y para poder actuar al mismo tiempo. Si entráramos en el nerviosismo de la gente no podríamos actuar de la forma que tenemos que hacerlo”.
Por otra parte, a la hora de analizar los motivos por los cuales se generan los incendios, el bombero aseguró que “la gente debe tomar más conciencia con el tema de los incendios, porque son múltiples los motivos que pueden llegar a iniciarlos, desde el que va fumando en la ruta y tira la colilla del cigarrillo afuera de su vehículo o el que quiere limpiar un alambrado y no tiene mejor idea que prender un poco de fuego creyendo que va a poder controlarlo”.
“En cuanto a la concientización, creo que es muy importante apuntar a los más chicos, porque son la generación futura y porque si no se los educa desde pequeños luego de grandes es muy difícil cambiarles ciertos hábitos”, concluyó.