A veces es necesario destacar las cosas que nos hacen sentir que hay gente que piensa y se preocupa por el prójimo.
Cuando lo llamamos, vino exclusivamente desde la ciudad de Córdoba a las 19 horas para revisarlo y luego se volvió. Decidió operarlo al día siguiente, trajo lo necesario para hacerlo, acomodó todo y realizó la operación a las 12 de la noche.
Por esto y mucho más, queremos agradecer, felicitar y destacar inmensamente la sabiduría, desempeño, conocimiento, amabilidad, respeto, humildad, sencillez, calidez, cordialidad, contención y predisposición, sin barreras horarias, sin feriados y sin pensar en honorarios.
No se entiende cómo un profesional de tal envergadura puede hacer tanto en esos momentos duros con los que la vida nos golpea, y tanto necesitamos del médico.
Algo nunca visto, digno de imitar. Primero la salud.
No creemos haber conocido ser humano semejante, es único.
Mil felicitaciones y gracias de por vida, por una vida, al doctor Oscar Lorenzo Bauk.
Ramón Escuderoy familia