Violencia de género: para tomar conciencia
Desde el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) saludamos la condena a Cristian Moschitari y a su vez criticamos la complicidad política que no permitió que sea penado como femicidio, y sí como homicidio calificado por alevosía. Coincidimos con Emilio Rodríguez, padre de la víctima, en que “no tiene que haber más cobardes como este... nunca más”. Pero ¿cómo lo garantizamos? ¿Cómo le aseguramos al resto de las Claudias Rodríguez que los Derechos Humanos se van a cumplir para ellas? La exigencia al Poder Judicial es sólo una parte y una etapa. Ahora empieza otra de exigencia al resto del sistema. Sepa, señor Rodríguez, que estamos a su disposición y que cuenta con todo lo que nosotros le podamos dar y ayudar. Porque la lucha no se acaba y continúa.
Hace falta recordar que sólo en Córdoba, en lo que va del año, ya ocurrieron 16 femicidios (más de 23 niños huérfanos). Este es un dato que no es menor y con el tiempo se sumaran más, si no hay una política hacia esta emergencia.
Creemos que la sociedad en su conjunto se debe un debate profundo con respecto a esta problemática, que la ausencia de estas discusiones y medidas en todos los ámbitos posibles es completa responsabilidad del Estado y los representantes gubernamentales.
El juzgamiento a los femicidas y el botón antipánico sólo son medidas efectistas, pero no suficientes. Vemos muy favorable en este sentido medidas de prevención concretas, destinando el presupuesto necesario a, por ejemplo, un refugio para mujeres víctimas de violencia de género, inexistente en Villa María, indisociable de decisiones políticas para reinsertarlas psicológica, económica y socialmente, educación en todos los niveles contra la violencia de género como contenido transversal, campañas masivas de concientización, regulaciones laborales, etcétera.
Cualquier gobierno que no pueda responder a estas demandas que la sociedad en su conjunto completamente involucrada sufre, no se puede reclamar exitoso, ni defensor de los derechos humanos, ni nacional ni popular.
Desde el MST convocamos a toda organización que se quiera sumar a un debate serio, no oportunista y que quiera avanzar en este sentido hasta el final.
Exigimos a los gobiernos de turno que se expresen sobre el tema y que tomen medidas sin tirarse la pelota, asumiendo la responsabilidad. Porque a Claudia la asesinó el machismo encarnado en Moschitari, pero Moschitari y el machismo es un producto de esta sociedad machista y patriarcal.
David Agüero y
Camila Yanniccari -Juventud del MST