Que el in­vier­no es se­co no es no­ve­dad, pe­ro si a eso se le su­man las al­tas tem­pe­ra­tu­ras que se re­gis­tra­ron en días an­te­rio­res, la eva­po­ra­ción de la hu­me­dad del agua es mu­cho más rá­pi­da y la ne­ce­si­dad de más llu­vias se sien­te, tan­to en la zo­na ru­ral co­mo en la ur­ba­na.

Ja­vier Mar­ti­lot­ti, in­ge­nie­ro del IN­TA Vi­lla Ma­ría, lle­va un mi­nu­cio­so re­gis­tro con da­tos mes a mes, des­de el año 1956.

“La fal­ta de hu­me­dad en el sue­lo es­tá com­pli­can­do un po­co la siem­bra de maíz, al me­nos, el tra­di­cio­nal. Aho­ra hay avan­ces que ofre­cen se­mi­llas con ci­clos más cor­tos. Pe­ro an­tes, si­no sem­bra­bas los úl­ti­mos días de agos­to o los pri­me­ros de sep­tiem­bre, no lle­ga­bas a tiem­po. Y se pue­de ver en la zo­na que ca­si no hay maíz sem­bra­do, por­que fal­ta hu­me­dad en la tie­rra”, di­jo.

Se­gún el re­gis­tro que lle­va ade­lan­te el pro­fe­sio­nal, la úl­ti­ma llu­via de es­te año fue el 11 de ju­lio, cuan­do ca­ye­ron ape­nas 2 mi­lí­me­tros en Vi­lla Ma­ría, in­su­fi­cien­tes pa­ra con­ser­var los sue­los hú­me­dos.

Si con­si­de­ra­mos el tri­mes­tre más frío del año (com­pren­di­do en­tre los me­ses de ju­nio, ju­lio y agos­to) po­de­mos ob­ser­var que, a ex­cep­ción de 2010, cuan­do no llo­vió ab­so­lu­ta­men­te na­da en ese pe­río­do, es es­te el tri­mes­tre más se­co de los úl­ti­mos 20 años.

El más llu­vio­so fue el de 1994, cuan­do ca­ye­ron 101 mi­lí­me­tros.

Si con­si­de­ra­mos esos me­ses de in­vier­no en el re­gis­tro his­tó­ri­co del IN­TA, se pue­de ob­ser­var que cuando no hu­bo una go­ta de agua fue en 1961 y 1970.

 

Sep­tiem­bre

 

En lo que va de sep­tiem­bre tam­po­co llo­vió na­da en Vi­lla Ma­ría. Lo que nos ubi­ca, al me­nos has­ta la fe­cha, en una se­quía se­me­jan­te a la de 2003 y 2004.

Los sep­tiem­bres más llu­vio­sos, con­si­de­ran­do los úl­ti­mos 20 años, fue­ron los de los años 2007 (con 111 mi­lí­me­tros) y 2012 (con 108 mi­lí­me­tros).

 

 

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