Falleció el viernes pasado el reconocido ginecólogo villamariense Rubén “Pinky” Falchetto (foto), a los 59 años de edad.
Cultor de la buena amistad, siempre sonriente y dispuesto a la palabra de aliento hacia todos los que lo rodeaban.
Su muerte, ocurrida tras una larga enfermedad, causó hondo pesar en la comunidad. Sus amigos, familiares y pacientes, dieron muestras del dolor por la partida de alguien que definen, fundamentalmente, como “un buen tipo”.
Algunos de los testimonios que circularon ayer por las redes sociales, dan muestra cabal de la huella que imprimió en la ciudad el “doctor Pinky”.
“Nadie desaparece del todo de la vida de uno, si ha sabido imprimir buenas huellas en el recuerdo”, escribió Andrea Dutto.
La primer paciente que tuvo, Lelia Cristina Farías, agradeció la dedicación puesta en el nacimiento de sus cuatro hijos y “la paciencia que siempre tuviste a todas las mujeres con las ñañas de los embarazos”.
Por la huella de la amistad que sembró, siempre que alguien cante “Luna Cautiva” estará recordando su nombre.