Escribe:
Daniel Cerutti
En un partido atractivo, con marcador variable y disputado con dientes apretados hasta el final, Playosa y Rivadavia dividieron honores con un expresivo 3 a 3, que por las situaciones de gol generadas en su transcurso, pudo tener marcador más abultado. Goles que también hicieron olvidar y por momentos, los efectos de la temperatura en la gélida tarde playosense.
Rivadavia exigió en las primeras instancias, con una estructura ofensiva más dotada y activa en su accionar: a los 2 minutos Rodrigo Santoni desperdició una ocasión propicia desviando el disparo final; aparte de ello obligó a dos o tres lanzamientos de esquina que no tuvieron consecuencias.
Playosa, menos constante en su cometido, se limitó a arrestar de manera expeditiva las intentonas del rival y esporádicamente generar algún contragolpe pero sin destino positivo. A los 16’, en una incursión de Strumia por izquierda, este lanzó un centro que dio en el brazo de Cossavella dentro del área, sancionando el juez y correctamente la pena máxima para el “verde”. Rodrigo Santoni desperdició la oportunidad desviando su disparo lejos del palo derecho de Garetto.
A partir de allí, el juego tomó intensidad; el Albo, motivado por la circunstancia anterior se volcó más hacia posiciones ofensivas y a los 16’, en buena acción de Menegotto, este se filtró entre los defensores visitantes, enfrentando a Gobbi, quien lo tocó cuando el delantero había superado su resistencia. Nuevo penal, esta vez para el local, que bien ejecutado por Sachetto, produjo la apertura del marcador.
Rivadavia reaccionó y de manera letal, tanto es así que en pocos minutos igualó y de inmediato dio vuelta el marcador. A los 26’ con tiro libre en posición oblicua de Samuel Garis, que se metió sobre el segundo palo de Garetto, quien intentó fallidamente desviar con el puño la trayectoria del esférico. Tras cartón, buena carga de Franco Santoni por izquierda proyectando el balón hacia el otro andarivel de ataque, donde Gastaldi muy atento, con amague perfecto desubicó a su marcador y con fuerte disparo al medio del arco vulneró a Garetto, convirtiendo un golazo que puso las cosas 2 a 1 para su equipo y que entonó a Rivadavia.
Progresivamente, el “Verde” fue asumiendo supremacía ante un local que perdió efectividad y condición para frenar las exigencias a las que fue sometido. Ese juego más ordenado y homogéneo le permitió al once de Marcelo Santoni llegar con asiduidad en profundas incursiones ofensivas; del trámite anunciado surgió sobre el final la tercera conquista, esta vez por mérito individual de Franco Santoni, quien dribleó a dos defensores y solo frente a Garetto, lo venció sin mayor dificultad.
En el segundo parcial, Rivadavia siguió mostrando pautas de relación más destacables, pero sin concretar en la red ese dominio, y cayendo en su nivel con respecto al período anterior. Esa situación permitió a Playosa fijar un equilibrio posicional que le permitió salir del encierro y disputar cada una de las pelotas divididas que antes eran posesión exclusiva de su oponente. Los cambios trajeron beneficio para el elenco de Nicolás Aimetta; el ingreso de Piva aportó dinámica y creó un abordaje ofensivo más efectivo. A los 23’, con un remate en tiro libre y desde larga distancia, José Aimar achicó diferencias, donde mucho tuvo que ver el tardío intento de Gobbi para detener el disparo. De allí en adelante se produjeron los momentos más tensos, con el local presionando por el empate y Rivadavia intentando ampliar las cifras. Y para darle más dramatismo a la definición, el ingresado Piva, a los 28’, consiguió el festejado empate para el Albo, con exacta definición luego de buena concepción previa y en combinación con José Aimar.
La igualdad fue clara certificación de la mejoría expuesta por Playosa, con los cambios y su voluntariosa gestión otorgó solidez a su sistema de juego y cuando nada lo hacía prever llegó a un empate ciertamente inesperado. Rivadavia pugnó sobre el final para llegar a la victoria, pero sus intentos fueron parciales y sin orden, permitiendo la labor defensiva de su rival.
La figura
A la hora del juego inteligente, cada equipo tuvo su cerebro. Lionel Strumia fue importante en Rivadavia de la misma manera que José Aimar en Sportivo Playosa.
El árbitro
Regular tarea del cordobés Luis Mansilla. Se mostró dubitativo en algunos fallos. Debió sacar alguna amarilla más a algunos jugadores que se excedieron. Bien en la sanción de los penales.