Referentes de catorce centros de jubilados de la ciudad y región que se autoconvocaron y reunieron durante la jornada de ayer, tal como anticipó este matutino, decidieron “no poner en riesgo” a las entidades que integran firmando el convenio de colaboración para el desarrollo de actividades preventivas socio-comunitarias propuesto desde el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI).
Según entendieron los representantes de los centros de jubilados, la rúbrica del acuerdo pondría en peligro la continuidad de los espacios que son “frutos del esfuerzo denodado de cada uno de los integrantes de las diferentes entidades”.
“Si PAMI está dispuesto en insistir para que firmemos el convenio están de acuerdo en cerrar las puertas de los distintos centros de jubilados, brindando los talleres en forma particular”, sostuvieron los asambleístas que se encontraron en la sede del Centro de Jubilados y Pensionados Fraternales.
Por otra parte y de manera unánime los centros definieron solicitar con “carácter urgente” la visita de Federico Susbsielles (gerente de Coordinación de las Unidades de Gestión Local) a Villa María, “para poder dialogar sobre los distintos puntos” del polémico contrato.
Según pudo conocer este medio estuvieron presentes el Centro de Jubilados y Pensionados Etruria, Centro de Jubilados y Pensionados Villa Nueva, Centro de Jubilados y Pensionados Sur (Villa María), Centro de Jubilados y Pensionados Arturo M. Bas (Villa María), Centro de Jubilados y Pensionados Tío Pujio, Centro de Jubilados y Pensionados ATE (Villa María), Centro de Jubilados y Pensionados Fraternales (Villa María), Centro de Jubilados Villa del Parque (Villa Nueva), Centro Suppo (Villa María), Centro Las Playas (Villa María), Asociación Jubilados y Pensionados Villa María y Centro de Jubilados de Arroyo Cabral.
Dudas y más dudas
Entre los puntos del convenio que impulsa el PAMI y que genera dudas entre los jubilados locales y de la región está la carga extra de responsabilidad para los centros, implícita al hacerse cargo ellos mismos de los talleres.
Los pasivos opinan que el contrato cercena los talleres existentes y no se aclara cuándo y cómo se apoyará económicamente desde el Instituto a las iniciativas que se desarrollan en cada centro de jubilados.
Cabe destacar que los reclamos por este tema se añaden a otra polémica cercana a la crítica situación que atraviesan muchas de las entidades que nuclean a jubilados y pensionados.
“No es un subsidio lo que nos dieron (en referencia al reparto de aportes que realizara días atrás el titular del PAMI Córdoba, Fernando Gómez Alzuarena, a diversas entidades). Es el incentivo que nos debían desde enero y que recién vino ahora. Nosotros a través de una Resolución del PAMI tenemos un incentivo de 493 pesos por mes. Hacía desde enero que no lo mandaban, era el dinero que nos debían, no un subsidio”, recalcó el reconocido dirigente Risieri Bettiol.
No es la única bronca que está atravesando el sector. “Nosotros tenemos el servicio de Pedicuría que se cumple siempre desde enero y el PAMI nunca lo pagó. Le hemos mandado notas a este señor Gómez Alzuarena (a través de las autoridades locales) y ni siquiera las ha respondido”, dijo Bettiol que se manifestó contrariado y molesto.
“Muchos centros están evaluando el cierre, nos están atosigando, están tratando de meternos a nosotros todo el trabajo que tienen que hacer ellos”, afirmó el reporteado por este medio en una nota publicada la semana pasada.