En los últimos años, según estudios realizados, la infertilidad ha aumentado un 5%. ¿Por qué está sucediendo esto en la sociedad actual? Nuestros hábitos han cambiado y lamentablemente para mal.
Hemos escuchado mil veces que somos lo que comemos y así es; la alimentación es la base de nuestra salud y, por tanto, también influye en nuestra fertilidad. Pero concretemos, ¿qué es lo que interfiere de forma negativa en la fertilidad, además de nuestra alimentación? Pondré sólo algunos ejemplos que modifican negativamente la fertilidad:
Alimentación: edulcorantes, lácteos, harinas blancas, conservantes, grasas saturadas, aceite vegetal bromado (BVO) -un químico causante de infertilidad y se encuentra en algunas bebidas refrescantes-.
Hábitos y conductas: el alcohol aumenta la temperatura en los testículos y altera la formación de los espermatozoides.
El tabaco altera la forma y movilidad del esperma y a la calidad de los óvulos.
Las drogas destrozan, literalmente, las células (esperma y óvulos).
El sedentarismo promueve la acumulación de toxinas en nuestras células.
Los pesticidas afectan de forma nefasta a los espermatozoides.
El uso del celular cerca de los testículos o de los ovarios también provoca alteraciones en éstos, ya que agotan los sistemas de autorregulación de los seres vivos.
Los amalgamas dentales, muy frecuentemente, son una fuente constante de intoxicación de mercurio para nuestro cuerpo.
Los suavizantes contienen una sustancia química que puede llegar a ser espermicida.
Tanto un bajo como elevado peso también afecta a la fertilidad, en la mujer compromete su ovulación y en el hombre tanto la cantidad de espermatozoides como la movilidad.
La hipercolesterolemia (colesterol alto) provoca cambios en la formación del esperma, reduciendo su capacidad fecundante.
El estrés y la ansiedad alteran el sistema hormonal femenino y masculino de muchísimas formas diferentes y, por tanto, hay diferentes variables para estudiar.
También es cierto que ya no se trata de un tema tabú y existen muchas soluciones para los problemas de infertilidad, animando a los pacientes a la consulta. Por otro lado, la prensa contribuye mucho con la difusión y poniendo el tema en cada una de las casas.
Y podríamos mencionar muchas más razones que deterioran la fertilidad masculina y femenina, decenas, pero cambiar nuestras pautas, nuestras costumbres, nuestra dieta, nuestra mente, nuestras emociones podrá ayudarnos a mejorar nuestra fertilidad. Y para eso, sólo necesitas a un especialista en el tema y ganas.
Es mucho más sencillo de lo que parece.
Prof. Dr. Natalio M. Kuperman
Especialista en Medicina reproductiva