El andador es un asiento que tiene en sus patas ruedas y viene protegido con una baranda para que no se pueda salir de él; el niño, estando sentado o semisentado, puede con sus piernas impulsarse y desplazarse. Se usa hace mucho tiempo y es casi una costumbre que actualmente se está dejando de lado por recomendación de la mayoría de los pediatras. El andador no enseña a caminar al niño, aunque veamos que se desplace e inclusive mueva sus piernas como si estuviera caminando, no está aprendiendo a sostener su cuerpo ni ejercita su equilibrio, que son requisitos básicos para poder caminar.
Lo negativo del andador
-Puede retrasar la función motora: para caminar es recomendable pasar por etapas (sentarse, gatear, ponerse de pie, etcétera), al usar el andador continuamente, el niño estaría salteando estas etapas y sólo estaría sentado o semisentado impulsándose con los pies.
-El niño tiende a caminar hacia los costados en vez de caminar de frente.
-No incentiva el balanceo de los brazos al caminar, lo cual es indispensable para la coordinación y así ejecutar correctamente la marcha. Tampoco le da una noción clara de su espacio y, al estar sentado o semisentado, no ejercita su equilibrio.
-Puede generar accidentes, porque cuando se coloca al niño en el andador, los adultos creemos que no se caerá y se los deja sin supervisión. Es en esos momentos que el niño cuenta con libertad para hacer cosas que no haría si estuviera bajo la supervisión de un adulto porque los niños no tienen noción del peligro, pudiendo fácilmente rodar por las escaleras, tomar objetos peligrosos (medicamentos, insecticidas, objetos que se pueden romper, etcétera), entrar a la cocina y quemarse o volcar objetos pesados, entre otros.
Lo positivo del andador
Actualmente, la mayoría está en contra del andador, pero también tiene sus puntos positivos siempre y cuando se lo considere como parte de entretenimiento y no como una forma de enseñarle a caminar, costumbre o como una forma de descansar del niño:
-Brinda libertad de movimiento al niño, lo cual lo pone contento, lo emociona, lo divierte y le permite explorar, investigar y moverse por “su” mundo, convirtiéndose en una gran experiencia.
-Loa niños muy activos encuentran en el andador un juguete ideal para liberar su energía, el equivalente a la bicicleta en niños en edad escolar.
-También suele estar indicado como ayuda para aquellos niños con algún tipo de discapacidad.
Si se opta por la utilización del andador...
Se debe tener en claro que el andador no es una “ayuda para los padres”, sino que debe considerarse una distracción para el niño y este sólo se beneficiará con el andador siempre y cuando:
-Nunca lo use para su propia comodidad “para que no moleste”, “para poder hacer las cosas de la casa” porque, en estos casos, usted no lo estará supervisando y el niño puede sufrir un accidente.
-Siempre que el bebé use el andador, debe estar bajo la supervisión de un adulto, así como tener la casa ordenada con el fin de evitar posibles accidentes. Dependiendo de la madurez del niño, tendrá que estar tras él o sólo será necesario darle indicaciones verbales.
-No utilice el andador por mucho tiempo durante el día, el niño también necesita gatear, caminar agarrándose de los muebles o de su mano; que el andador sea una experiencia más del día a día del niño. El andador debe considerarse sólo como una forma más de divertirse.
Otras opciones para la diversión del bebé
Existen otros artefactos conocidos como centros fijos de actividad o entretenimiento que se parecen a los andadores, pero sin ruedas. Suelen tener sillas que rotan, dan vueltas y rebotan. .
Corralitos: excelentes por su seguridad, favorece actividades como pararse, sentarse, gatear o caminar.
Centro Integral de Preparación para el Parto
Patricia Rodríguez de Vodanovic
Lic. en Educación Física, Kinesiología y Fisioterapia
MP 5215
rodriguezpatriciac@hotmail.com