Un comerciante nacido en la provincia de Santa Cruz, pero domiciliado en la ciudad de Oliva, fue condenado ayer a tres años de prisión de cumplimiento efectivo, luego que confesara haber pergeñado un robo en la vivienda de un médico de la localidad de Pampayasta Sur y para el cual envió a dos adolescentes a perpetrar el atraco.
Al cabo de un juicio de trámite abreviado, José Efraín Caruso, de 32 años de edad, fue declarado “partícipe necesario de hurto calificado, agravado por la participación de menores” y se le impuso la pena antes descripta, pero como lleva 11 meses entre rejas, está en situación de obtener la “libertad condicional”, por lo que se estima que mañana, o a más tardar el viernes, podrá dejar la cárcel de barrio Belgrano.
El hecho por el que fue sancionado penalmente se produjo el 25 de junio de 2012, cuando dos jovencitos de 16 y 17 años ingresaron al domicilio del médico Julio Angel Jesús Maldonado y, luego de violentar un ropero, se apoderaron de una suma de dinero cercana a los 25 mil dólares, según denunció luego el damnificado.
Los ladrones habían llegado al lugar en un automóvil conducido por Caruso, quien no sólo organizó el ilícito, sino que los aguardó afuera mientras aquellos consumaban el robo y posteriormente los tres escaparon con el botín hacia Oliva.
Cómo entraron
Lo sorprendente del caso es que uno de los menores es nieto de Maldonado, por lo que valiéndose de esa condición tuvo acceso a una llave de la vivienda ubicada en San Juan 563 de Pampayasta, lo que le permitió ingresar sin necesidad de romper la cerradura de la puerta principal.
El otro adolescente implicado en la causa es cuñado de Caruso y, según pudo saberse, ambos jovencitos recibieron como pago por sus “servicios” aproximadamente 3.000 pesos cada uno.
La investigación del hecho dio sus frutos algunos días más tarde, aunque la detención del santacruceño se produjo recién a mediados de octubre del año pasado, es decir cuatro meses después del singular robo.
Cabe señalar que Caruso llegó a juicio acusado como “partícipe necesario de robo calificado, agravado por la participación de menores”, pero durante la audiencia de debate se cambió la carátula.
Así lo entendieron tanto el fiscal de Cámara, Francisco Márquez, como los codefensores del imputado, Marcelo Martín Silvano y Manuel Antonio Toledo (oriundo de Oliva), quienes coincidieron en la pena requerida y finalmente aplicada por el juez René Gandarillas al momento de dictar sentencia, que fue leída por la secretaria Gabriela Sanz.
José Efraín Caruso nació en la localidad de Las Heras, provincia de Santa Cruz, el 13 de mayo de 1981 y, según dijo ayer al declarar sobre condiciones personales, está radicado en Oliva desde hace varios años, donde se dedica a la compra-venta de cereales y combustibles.
Cabe señalar que, a tenor de lo establecido por el artículo 13 del Código Penal de la Nación, este convicto primario está en condiciones legales de obtener la “libertad condicional” porque la sanción impuesta en la víspera no supera los tres años de prisión.
Qué dice la ley
Al respecto, dicha norma legal establece que “el condenado (…) a tres años o menos, que hubiere cumplido un año de reclusión u ocho meses de prisión, observando con regularidad los reglamentos carcelarios, podrá obtener la libertad por resolución judicial, previo informe de la dirección del establecimiento e informe de peritos que pronostique en forma individualizada y favorable su reinserción social”.
Según indicó a EL DIARIO el abogado Martín Silvano, su defendido ha observado muy buena conducta durante el período de detención, por lo que es un hecho que podrá acceder al beneficio excarcelatorio en las próximas horas.
Fotografías: 1) José Efraín Caruso, el sujeto que urdió un plan para que dos menores perpetraran un robo en una casa de Pampayasta y, de ese modo, apoderarse de 25 mil dólares en efectivo
2) El juicio fue abreviado porque el acusado confesó su culpabilidad. En la foto aparecen todos los protagonistas del proceso oral realizado ayer en la Cámara del Crimen de esta ciudad