Señor director:
Qué bueno que hubo gente que pensó y se preocupó por el prójimo y que hoy, a pesar de su lamentable ausencia, hay otros que entendieron su proyecto y lo continúan maravillosamente.
Después de tres angustiosos días que nos tocó vivir por un problema de salud de nuestro padre y por el cual fuimos derivados a la Clínica de la Familia “Pedro Sciretta”, nos enteramos de que existen lugares que atienden la salud con la dignidad que todo ser humano se merece.
Desde nuestra llegada a la playa de estacionamiento (con las indicaciones del playero), el recibimiento en la Guardia, la atención de las/os secretarias/os en Admisión y el cuerpo médico de la UTI, hemos quedado asombrados por la excelencia del grupo humano que recibe, trabaja y contiene al paciente y a su familia, como no hemos conocido en otro lugar. Es realmente decir y sentir que se llega a un hotel cinco estrellas.
Ni hablar de la infraestructura que dispone, su aparatología, el confort, el equipamiento de sus habitaciones, la limpieza, la organización, la presentación y cordialidad del personal.
Desde Jorge, haciéndonos sentir como en casa, mostrándonos las instalaciones, la cocina con Marquitos, un limpísimo y espectacular cocinero, realmente para sacarse el sombrero. No podemos dejar de mencionar a Marcelo, el administrador, quien constantemente está monitoreando la necesidad de la gente.
Felicitamos y agradecemos a todo el personal por todo lo que hacen en esos momentos muy difíciles con los que la vida nos golpea y que tanto necesitamos del apoyo de los otros.
Gabriela y Alejandra Escudero