Es difícil abordar este tema porque es uno de los males que tenemos actualmente en el fútbol: la falta de humildad, la justificación a la indisciplina, etcétera.
En relación a años anteriores, cuando se escuchaba al entrenador y al jugador de más experiencia buscando receptar conceptos que sirvieran para mejorar, actualmente se sobreprotege e incluso con el miedo que el chico se enoje y se vaya a otro club.
Eso nos ocurrió en una oportunidad con un jugador con muchas condiciones, que no rendía de acuerdo a ellas. Una tarde lo invité a tomar un café y charlamos para que me ayudara a encontrar una explicación.
Me dijo: “¿Sabe lo que pasa?... yo gané todo. ¿Cómo que ganaste todo?, le respondí con sorpresa. “Sí -me respondió- desde los nueve años en el baby gané todos los campeonatos y me dieron premios al mejor del año”, etcétera.
Cuando le pregunté cuántos años tenía me dijo 21 y me puse a reír. Le dije que todavía no había ganado nada y también le dije todo lo que pensaba. Lo entendió y no sólo eso, sino que fue fundamental en el título de campeón que conseguimos.
Una cosa que le conté, fue cuando el Ajax de Holanda vino a jugar un amistoso con Boca. Me llamó la atención que quienes bajaron los bolsones de la utilería fueron Kluiver y Davis, que ya jugaban en el seleccionado de su país. Recién después atendieron a la prensa y eso es una muestra de su formación, de que un equipo no son solamente los que juegan.
Después leí una publicación en una revista española que decía que el Ajax es una de las mejores escuelas del mundo, no sólo en lo futbolístico. Y ponían el ejemplo de Cruiff, el mejor jugador holandés de todos los tiempos, que se inició en ese club. Había sido utilero, limpiabotas, jugador, secretario técnico y entrenador. Lo de limpia botas es común en muchos clubes europeos con jugadores de divisiones inferiores.
Pienso que la carrera de entrenador debe tomar la experiencia del médico que se recibe y va a trabajar a pueblos rurales, aprende de todo y luego hace la especialización. A esto lo realizan los que tienen verdadera vocación.
En una oportunidad le dije a un técnico de renombre de Buenos Aires que los del interior podíamos dirigir a nivel profesional porque saldríamos de situaciones por las que habíamos pasado, cosa que a ellos los complicaría por no haberlas vivido nunca. Les expliqué que para ellos sería problemático dirigir en el interior, le di los porqué y me lo aceptó.
Nosotros debemos mirar menos hacia arriba y ver lo que tenemos a los costados. Ahora está lleno de cazatalentos. Yo les llamo cazabobos. Si fuese para mejorarlos los chicos no volverían tan rápido, sin haber aprendido nada, perdiendo el estudio en muchos casos y, lo que es peor, sufriendo el desarraigo familiar que es muy difícil de recuperar.
Y hay muchísimos ejemplos de los que se dejaron encandilar por los espejitos y el verso.
No debemos olvidar que los mejores jugadores que brillaron en el fútbol y que se formaron en nuestra Liga, no se fueron a los 14 años: Miguel Angel López, Miguel Angel Ludueña, Javier Sodero, etcétera. Tal vez allí esté la explicación de que muchos chicos de 21 ó 22 años estén jugando en el fútbol sabatino, cuando aún podrían ser útiles para formar el gran equipo que a Villa María le cuesta tener.
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