El contratista Angel Franceschina, constructor del Centro Cultural Comunitario y de otras obras públicas en la ciudad, volvió a la carga ahora para reclamar el pago de “alrededor de un millón y medio de pesos” que asegura que el Instituto Municipal de Inversiones (IMI) le adeuda por los trabajos de mejoras en viviendas que formaron parte del Programa Mejor Vivir.
Franceschina exhibió dos facturas de su empresa abonadas recientemente por el IMI, lo que a su criterio demuestra que “la relación contractual es con la Municipalidad de Villa María y no con el Gobierno nacional”.
“Además, si se fijan bien, una de las facturas fue abonada el mismo primero de agosto, que fue el día en que di a conocer públicamente (a través de EL DIARIO) la situación por la que atravesaba mi empresa a raíz de la deuda de la comuna”, comentó.
En realidad, en esa fecha el contratista oriundo de Monte Buey salió a contestar a un grupo de empresarios de Villa María que lo acusaba por no haberles abonado materiales y trabajos realizados en el Centro Cultural de Catamarca y Sabattini.
Consultado acerca de la relación con sus acreedores, respondió que “con el vivero ya arreglamos y cobraron, lo mismo que con el corralón que está en frente a la obra, que había recibidos dos o tres cheques sin fondos, pero ya se los cambiamos”.
-¿Y con Angelone, con Híper Centro…?, preguntó el periodista.
-Lo de Angelone está en vía judicial, porque al trabajo de alfombrado que empezó lo tuvo que terminar otra empresa.
Los demás se pueden poner en contacto con nuestro abogado, el doctor Lewis Savy, porque nuestra voluntad es la de ir arreglando con todos en la medida en que nos vayan pagando. Aunque, al parecer, vamos a tener que iniciar la vía judicial.
-¿Están cerradas las tratativas con la Municipalidad?
-Imagínese: una vez, cuando yo nos les entregaba el Skate Park para presionarlos y que me pagaran lo que me debía, el propio intendente Eduardo Accastello me amenazó con echarme de la ciudad con la Gendarmería. Ahora me amenazan con sacarme la concesión de las obras de mejoras que restan del Programa Mejor Vivir.
Por eso me fui a una escribana, mire… (exhibe un acta realizada por la escribana Erica Zamprogno, donde deja constancia de una serie de situaciones y hace reserva de iniciar acciones legales).
Para Franceschina, en la Municipalidad “deben entender que el contrato (para realizar la obra) se firmó en 2010, por lo que nosotros estamos trabajando con precios de 2009 y necesitamos cobrar, más allá de las actualizaciones que se puedan realizar una vez concluidas las obras.
O sea, primero paguen y después exijan, porque de otra manera no nos dejan otro camino que el judicial, y allí iremos por todo: por la deuda y por los daños”.