"Mi hijo no quería ir a la escuela... en el horario de gimnasia era el peor horario", confió la madre de un adolescente harto de sufrir el acoso y la violencia de parte de un grupo de estudiantes de la misma instituciíon a la que asistía. El pibe contó en la red social Facebook su desesperación, a punto de tomar la peor de las decisiones: acabar con su vida.
"Yo llegaba a mi casa y él de la escuela, se acostaba a dormir y no quería ir (Educación Física). Entonces nosotros preguntábamos cómo, no la vas a poder rendir, teóricamente, porque es difícil. Y era porque él sentía que estos niños, niños grandes, se encargaban de hacerle sentir que no servía para gimnasia porque era gay. Porque a ellos se les había puesto que él era gay", narró la mamá en comunicación telefónica con Radio Villa María AM 930. Sonó como grito de auxilio por acabar con este padecimiento y frenar estos casos de bullying, ya que fuentes de la localidad confirmaron que hay más.
Síntomas y la confesión
La madre del adolescente describió diversos síntomas que fue observando y la reacción de los directivos de la institución: "Después, el día que sintió fobia de no poder entrar a la escuela...
Pero todo se arreglaba ahí adentro, yo no era notificada nunca de lo que ahí pasaba. Hasta que un día me doy cuenta de que él pone en el (muro de) Facebook que terminará con este hostigamiento porque él había pensado en quitarse la vida...".
La madre no se ahoga por ser escuchada y arremete por la defensa de su hijo: "El les explica a los chicos que si no dejan de molestarlo... que él no es gay y tampoco tiene que dar explicaciones, pero que él es muy amigo de sus amigas porque se siente más cómodo... Pero que pensó en colgarse de una rama o tirarse del puente, pero que no lo hizo por lo que hay alrededor, que vale más, pero que ese día lloró mucho".
Quiénes
A la hora de señalar, la mamá morrisense cuidó algunos detalles y prefirió no dar nombres, pero puntualizó que "son muchos niños, son 19 los grandes estos".
Y frente a tanto maltrato, que incluye avergonzarlos, hacer desnudar a los indefensos, obligarlos a fumar, golpearlos y finalmente ridiculizarlos subiendo fotografías a Facebook, con la impunidad de no importarles delatarse, son las víctimas y sus padres los que migran por el sistema educativo, ante la falta de respuestas.
“No quiere volver”
"A mi hijo lo saco de la escuela porque él no quiere volver más, siente fobia de entrar a la escuela. Entonces lo cambio a la otra institución que hay acá en Morrison que es el IPEM. El ahora está bien, entre comillas: porque a veces sueña, tiene miedo... digamos que son complicaciones del trauma que estos chicos le hicieron vivir", explicó la madre.
Y añadió que "es muy duro que tu hijo vaya a una sesión de psicología (la primera) y venga y te tire todo un aceite en el piso y te diga que cuando ve a la ventana hay alquien en el techo jugando al fútbol...".
Decidida
Fuerte y decidida ante los micrófonos del programa matinal de la emisora de AM villamariense, la madre contó que "cuando va a buscar el pase le dicen que no pueden hablar con él. Se llamó a silencio la directora". "Entonces mi marido le explica que cómo puede ser posible que los niños que hicieron esto están ahí y mi hijo quedó fuera, pero no tienen respuestas", compartió.
La mamá señaló que el instituto privado al que se refiere depende de la Diócesis de Villa María, y aseveró que presentó la denuncia del caso en la sede de la Subdelegación de la Policía Federal en Bell Ville.
"Fui al Obispado dos veces, llevé cartas (de vecinos) del pueblo confirmando este semejante hecho, que era un... no se puede decir otra cosa que un abuso de autoridad, de que no pensaron nunca en las víctimas y nunca obtuve respuestas", concluyó la mujer.