Se realizó ayer a la mañana una asamblea en el Hospital Regional Pasteur, convocada por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
En la reunión, manifestaron su preocupación por la renuncia de profesionales. Aseguraron que desde el 1 de septiembre a la fecha -independientemente de los facturantes- presentaron su dimisión al cargo una decena de profesionales.
Entre ellos, Pablo Lucarelli, un cirujano pediátrico que realiza operaciones complejas en niños.
“Sin terapia pediátrica, es imposible hacer algunas intervenciones, porque ante cualquier complicación tenemos que derivar a Córdoba”, dijo Lucarelli en la asamblea.
“Tendríamos que tener 20 ambulancias para estos casos”, graficó.
Dijo que no renunció por los bajos sueldos “porque en realidad me gusta la salud pública y, aunque como a cualquiera me hace falta la plata, no me iría por eso”, sino que presentó su renuncia porque no “puede dar respuestas a la demanda de la gente si no están dadas las mínimas condiciones. Podría no importarme, pero me importa. ¿Qué tendría que hacer, poner un cartel que diga que aceptamos a chicos medio enfermos?”, agregó el profesional hipercalificado, que hace 10 años trabaja en el lugar.
Lucarelli renunció hace 30 días y, de no mediar cambios, dejará el hospital los primeros días de octubre.
“Me hablaron para que me quede, pero si no cambian nada, no puedo. Me cansé”, dijo, decepcionado el profesional.
“Con la Neo no hay problemas, porque hay Terapia. Pero si te pasa con un chico de más de 30 días o menos de 14 años, no tenés como resolver nada”, agregó.
Arnaldo Molina, secretario Adjunto de ATE Villa María, quien estuvo acompañado por el secretario General de la misma organización, Walter Secondino, señaló que en la historia del Pasteur nunca se vio un éxodo de profesionales como el actual.
“Esto excede la cuestión de los facturantes. Acá hay una falta de política de salud. Se suman los bajos sueldos, el hecho de que hace 10 años no dan un uniforme, que cuando se rompe un aparato no lo arreglan. Todo eso hace complicado venir cada día a trabajar”, indicó.
Además, señaló que no son responsables de esa situación los trabajadores y demandó que “alguien se haga cargo”, reclamando a las autoridades de la Provincia y del hospital.
“Cómo vamos a pensar en el hospital nuevo si no pueden hacerse cargo del funcionamiento de éste”, agregó.
Destacaron que “se tapan huecos”, pasando profesionales de un servicio a la Guardia, pero desmantelando ese servicio. “Es como una frazada corta”, puntualizó Molina.
Acordaron organizarse para realizar una protesta, la que definirán la semana próxima.
Interna
En la asamblea quedaron expresadas las diferencias entre los dos gremios, el Sindicato de Empleados Públicos (SEP) y ATE. Uno de los delegados del primer sindicato pidió que se fuera Secondino, por no ser del Hospital.
El dirigente de ATE señaló que se quedaba -y contó con el aval de la mayoría de la asamblea- porque a la salud pública debían defenderla entre todos. “Puede haber gremios más leales a un gobierno”, dijo, en alusión al SEP y al Gobierno provincial. “Eso no está mal, pero la única lealtad debe ser con los trabajadores”, argumentó Secondino.
Finalmente, Molina pidió que se unieran todos, más allá de la identidad gremial, para hacer más fuerte el reclamo por mejores condiciones para todos los trabajadores del Hospital Pasteur.