“El plan trienal participativo, presentado por el intendente (Eduardo Accastello) con bombos y platillos como si fuese el descubrimiento de la rueda, esconde varias mentiras y peligros en sí mismo y, por el mismo precio, es una demostración cabal de la inoperancia de los funcionarios municipales”.

Las palabras fueron expresadas por el dirigente del radicalismo local Gustavo Bustamante.

El candidato incluido en calidad de suplente en la lista encabezada por Oscar Aguad indicó que dicho plan “no es ninguna novedad”.

“La primera experiencia de presupuesto participativo (orçamento participativo) se inició en 1989 en la ciudad de Porto Alegre (Río Grande do Sul, Brasil), tras la victoria del Partido dos Trabalhadores en las elecciones municipales. En un contexto de fuertes desigualdades sociales y recursos limitados, el nuevo Gobierno no podía hacer frente a todas las necesidades de la población ni dar respuesta a las expectativas creadas entre la población más desfavorecida. Resultaba imprescindible establecer prioridades de acción y, para hacerlo, contó con la sociedad civil fuertemente organizada, dando voz a los movimientos sociales. A través de un sistema asambleario se creó una estructura que permitiese a los ciudadanos incidir en las decisiones sobre el gasto municipal”, comenzó relatando Bustamante.

Seguidamente destacó: “En la República Argentina el primer municipio en adoptar un presupuesto participativo fue la ciudad de Rosario en la provincia de Santa Fe. Rosario sancionó la ordenanza respectiva en 2002 y el primer presupuesto participativo correspondió al año 2003 

Posteriormente otros municipios como San Fernando (provincia de Buenos Aires), el municipio de Morón (provincia de Buenos Aires, iniciados durante la Intendencia de Martín Sabbatella), Córdoba capital, San Carlos de Bariloche (provincia de Río Negro), Reconquista (provincia de Santa Fe) y La Plata (provincia de Buenos Aires) también adoptaron el uso de esta herramienta de participación directa. Esto derivó en la creación de la Red Argentina de Presupuestos Participativos que agrupa a los municipios que lo utilizan.

En la actualidad se nombró como presidente de la Red Argentina de Presupuestos Participativos al director de Presupuesto Participativo de la ciudad de Córdoba, Neldo Fraye”.

Tras contar la historia, el hombre del radicalismo lanzó sus críticas a Accastello indicando que “no descubre nada, sino que está usando una herramienta que tiene más de 20 años y que se aplica en el país desde hace mucho tiempo”.

“Nosotros mismos en nuestra plataforma de gobierno del año 2011 desarrollamos una propuesta de presupuesto participativo basada en lo que entendimos más rescatable de las experiencias de Porto Alegre y Rosario.

Es un peligro institucional grave la forma de implementación.

Como dijimos antes el presupuesto participativo requiere para su aplicación de un estado asambleario, de verdadera representatividad vecinal, que no sólo pueda identificar las problemáticas, sino que ejerza el control necesario sobre el destino del gasto. 

La propuesta de Accastello propone la realización de talleres, muy fáciles de copar por militancia o punteros que pueden direccionar el interés y el gasto hacia las conveniencias oficialistas. 

Es una medida pergeñada para evitar los controles por parte del Tribunal de Cuentas. De la misma manera que ‘artesanalmente’ y con la colaboración intelectual de sus socios ucedeístas, Bernaus y Monesterolo, creó la supraestructura paraestatal del Eninder, con el objeto de manipular la voluntad de los fondos que le llegaban en forma discrecional del entonces poderoso y hoy empobrecido Estado nacional.

Es una demostración manifiesta de la falta de capacidad y de la falta de trabajo de los funcionarios municipales”, remató en un extenso comunicado.