“La retórica del odio es a menudo más efectiva cuando está disfrazada con el idioma del amor”, sostuvo en su novela sobre el emperador romano Juliano II el escritor estadounidense Gore Vidal.

Así comienza la nota del Frente Progresista Cívico y Social de la ciudad en respuesta a las declaraciones del intendente Eduardo Accastello.

En una nota, publicada en nuestra edición de  ayer, el titular del Ejecutivo arremetió contra el legislador nacional Jorge Valinotto y su gente por la situación judicial que tiene en el centro de la escena a la Plaza Manuel Anselmo Ocampo.

La respuesta de los que integran el espacio de Valinotto no se hizo esperar y en horas de la mañana de ayer la enviaron a nuestra Redacción.

“El destrato (de Juliano) hacia quien consideraba su enemigo, es en parte una coincidencia entre este personaje histórico del pasado que pretendió retrasar el reloj de la historia universal, con nuestro contemporáneo funcionario público al frente del Gobierno municipal, Eduardo Luis Accastello, que circunda en la expresión, resumida de la edición de ayer domingo 29 de septiembre de EL DIARIO: ‘El sector de Valinotto nunca gobernará la ciudad’. 

Es ésta su definición más clara y precisa sobre quienes piensan diferente a él, y de esa manera al mismo tiempo ningunea a la representación cívica de la primera minoría democrática, popular y federal a nivel nacional y provincial”.

A renglón seguido, los dirigentes del Frente Progresista que acompañaron la nota con la foto del emperador romano, cargaron contra Accastello por la actitud asumida y expresada en sus declaraciones.

“Desconocer además la participación social activa del Frente Progresista Cívico y Social en la actualidad villamariense como ocurre en la realidad, como así también de los funcionarios electos que lo integran (excluidos de todo protocolo y ceremonial del municipio de Villa María que involucre acto oficial), es en verdad un despropósito que trasciende el campo de las alocuciones fuera de contexto y que se adentra hacia la irresponsabilidad mediática”, remarcó el comunicado firmado con una fina ironía: “Los del sector de Valinotto”.

Los dirigentes del frente cordobés, entre ellos Delfín Polack y Omar Rabaglio, señalaron a continuación: “Ponemos en conocimiento que apelar una herramienta constitucional según la condición actual de la sociedad villamariense, como es el caso de la Justicia, y sea ésta quien dirima sobre un hecho que involucra bienes patrimoniales de todos los ciudadanos que conforman un estado, como lo es la Plaza Manuel Anselmo Ocampo, no es renegar de un sistema ‘poniéndole palos en la rueda’, como lo expresó el señor intendente, sino que esto permite aceitar el propio mecanismo de la democracia, que no margina y recluye críticas de los actores sociales, más bien se fortifica en la amalgama de las diversidades retóricas y pensantes de quienes la constituyen”.

 

“Las retóricas del odio...”

 

Tras explicar la decisión de defender el patrimonio de la ciudad a través de la intervención de la Justicia, el documento retomó el hilo conductor de la respuesta al intendente.

“Volviendo al principio de nuestra reflexión que ha motivado el ninguneo cotidiano del ‘representante de todos los villamarienses’ que ocupa el Sillón de Viñas, son muchos los tópicos comunes entre el personaje histórico de Juliano II y el contemporáneo local aludido: la falibilidad de lo humano, el acostumbramiento a la mediocridad y la estigmatización de las voces críticas. 

En suma, creemos que será la propia historia quien sentencie con sus tiempos las retóricas del odio que expelen los lenguaraces de turno, para el bien de las verdades sociales y en resguardo del patrimonio económico, político y cultural de un pueblo cuya identidad le es propia y traspasa un eslogan publicitario de moda”.