“Por medio de este informe me dirijo sin ningún tipo de agravio ni malas intenciones, teniendo en cuenta que hace tiempo vengo remando esta situación y sin embargo lo seguiré haciendo”, comenzó explicando Mario José Carriazo, en respuesta al intendente Jorge Bertetti, en nota publicada en la edición del pasado sábado 28 de septiembre.
El pasado 27 de julio me presenté de modo personal en la localidad de Arroyo Algodón, fui con toda mi predisposición y paciencia a solicitar autorización para un local comercial, hablando personalmente con la mayor autoridad del pueblo.
Haciendo una mínima encuesta a los pueblerinos, he recibido más del 70% de respuestas positivas para mi proyecto en la localidad. Desde un primer momento me reuní para no llegar a esta instancia, dadas las condiciones y poca predisposición por esta persona, me consta y me hago testigo, que se efectuaron las cosas mal e hicieron operaciones inoportunas. En primer lugar, se le solicitó a esta persona la ordenanza correspondiente y los requisitos necesarios para la apertura de una discoteca bailable y resto-bar, con un proyecto totalmente diferente. Ofreciéndole trabajo a jóvenes y adultos de la localidad con demasiadas ganas de darles oportunidades. Todo esto en el mismo local de calle Rivadavia 230. Esta persona, y repito, la mayor autoridad del pueblo, me hace la autorización personalmente sin antes consultar con el Concejo Deliberante de dicha localidad. Con mentiras y no mentiras, seguí y seguí avanzando. Yo no soy de la localidad de Arroyo Algodón, soy oriundo de la ciudad de Villa María, pero me consta que en el pueblo necesitan algo para divertirse y para retener a los jóvenes del pueblo. Es un hermoso pueblo, tengo familiares viviendo en la localidad. Lamentablemente hay cosas que a veces uno no las prevé, tratar con gente que no tiene idea, no es lo que acostumbro a hacer. Siempre con mis proyectos he tenido buenas respuestas y he podido culminar con ellos, en esta oportunidad haciendo un balance me he dado cuenta que en todo este tiempo he estado hablando con la pared, por así decirlo.
Me baso en la carta y el descargo que fue emitido el día 28 de septiembre de 2013 a EL DIARIO.
En un principio se me negó la Ordenanza 309/2005, que es la que rige en este caso. Se me otorgó en su momento la Ordenanza Nº 6.539 de la ciudad de Villa María.
Parece ser que la mayor autoridad del pueblo y sus militantes políticos no tenían idea y conocimiento de que en dicha localidad se había efectuado en el año 2005, durante otra gestión, una ordenanza. Como este desconocimiento de cosas legales fueron ocurriendo muchas.
Estamos enterados de lo ocurrido en el año 2011 en la vía pública de ese mismo lugar (N de la R: el lector se refiere a la muerte del joven Lautaro Piva). Con todo respeto y entendimiento a los familiares de la víctima y siendo yo también un familiar de víctimas, sé y puedo entender la impotencia que se siente. Además estoy informado de que la causa ya se esclareció.
En referencia a la nota que esta persona realizó al diario, me gustaría esclarecer algunos ítems de los cuales no son como los relata.
En una reunión con la asesora letrada habló conmigo y en ningún momento me negó la apertura de una discoteca, por el contrario, fue ella quien me abrió un expediente y me facilitó la ordenanza poniendo en palabras 'si cumple la ordenanza no va a haber ningún problema en la habilitación', por la cual se puso en marcha el proyecto.
En la primera charla jamás me negó proseguir con el proyecto, por el contrario, me remarcó: 'Nos hace falta, porque los jóvenes se nos están yendo'.
Tengo completo conocimiento de lo que dice la ordenanza y el artículo 22 de la misma, habla de las distancias, por lo que en otra reunión con esta persona se le planteó la posibilidad de construir en un terreno un nuevo local, lejos de las locaciones urbanas y la contestación fue la de no contar con terrenos; además este artículo no se cumple en el pueblo, ya que cuentan con un salón multiuso y un club de abuelos en el que se llevan a cabo fiestas, bailes y demás eventos que este artículo prohíbe, entonces ¿por qué unos si pueden y otros no? y que ambos están pegados a casas y uno de ellos a la misma Municipalidad.
Por lo sucedido el día martes 24 de septiembre de 2013 se estaban ultimando detalles del sonido, ya que la ordenanza lo requiere, alrededor de las 21 a puertas cerradas y a los pocos minutos dentro del local se hizo presente un policía ordenando que se cortara la música, por lo que se la cortó, pero le solicité una orden con la que él debía contar para entrar a un lugar privado; ante esto el uniformado contestó que él era policía y que yo no tenía ninguna habilitación, y que él podía hacer lo que quería y acá me detengo y les digo a las autoridades del pueblo que la dictadura militar ya pasó hace años y no queremos que el país tenga este tipo de sucesos tan atroces.
Más allá de todo lo que está sucediendo, quiero dejar en claro que yo no juego pulseadas, trabajo y estudio, y soy un ciudadano de ley. Sin más para decir y remarcando que yo no quería llegar a todo esto, desde el primer minuto mi intención fue la mejor y trato de hacer y regirme por lo que las leyes dictan, sólo pensé en darles oportunidades de trabajo e incentivar a la juventud del pueblo con futuros proyectos culturales y de arte”.
Mario José Carriazo