En nuestro país existe el título de escribano público, con la misma actividad que la profesión de notario en otros países. El título de escribano es expedido por las universidades.
Para ello, la persona debe estudiar Escribanía en una universidad o puede estudiar Abogacía y después rendir las materias faltantes para obtener el título de escribano.
Las dos profesiones no se pueden ejercer conjuntamente y es el Estado quien inviste a dicha persona como escribano con el cargo de titular o adscripto de un registro notarial.
Existen colegios de escribanos en cada provincia y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los que regulan a los escribanos de dicha región.