La profesión de escribano es una de las más antiguas del mundo y ha estado ligada desde siempre a la realización del Derecho.
El escribano estuvo presente en la fundación de ciudades, en los hechos institucionales de la vida de los pueblos, en la protección de la familia, en la negociación inmobiliaria, en el tráfico comercial y en actos y contratos de la más variada índole.
El escribano es aquel que garantiza la seguridad jurídica. Por eso es quien da fe de los actos y manifestaciones de las personas y de los pueblos
Pero hoy, más que nunca, es un asesor que apuntala las decisiones para estar a derecho y, de cara a un conflicto, se constituye en el mediador necesario que propone las pautas para la reconciliación.
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