En el auditorio del Centro Cívico municipal colmado de público, el Consejo de Administración de la Cooperativa Eléctrica y de Agua de Tío Pujio dio a conocer la obra que rescata su historia de más de seis décadas al servicio de la comunidad.
A través del Libro de Actas, de las memorias anuales de la entidad y de los testimonios de fundadores e integrantes de distintos consejos de administración y empleados, el libro repasa en detalle, a lo largo de 135 páginas, las acciones cooperativas que permitieron a la localidad contar con el servicio de luz, primero, y luego ya el de agua potable, el de telefonía, el de televisión por cable, el de Internet, la extensión del tendido de la red de gas, una planta de tratamiento de líquidos cloacales... En fin, como en tantas poblaciones de la geografía nacional, la cooperativa pasó a ser el actor indispensable entre las necesidades sociales y las soluciones.
En el comienzo del acto, el presidente del Consejo de Administración, Darío Ranco, destacó la importancia de “recordar a todos y a cada uno de los que nos precedieron en la tarea de hacer grande a esta institución”.
Ranco dedicó buena parte de su alocución a destacar “el esfuerzo que realizan cada jornada los empleados, administrativos y del área atención de líneas urbanas y rurales, para satisfacer las demandas de los asociados, que son los dueños de la cooperativa”.
El autor del libro, el periodista Sergio Vaudagnotto, indicó a su turno que quiso reflejar inicialmente la historia del pueblo y, en especial, la relación que tuvieron con la localidad Juan B. Justo, Nicolás Repetto (fundadores del Hogar Obrero y considerados “padres del cooperativismo argentino”) y la intelectual europea Fenia Chertkoff.
“Entiendo que ellos trajeron una semilla que se encargaron de sembrar y regar vecinos de la talla de Angel Corbari, Américo Corradi y Guvenale Streri, entre tantos otros”, añadió.
También fue invitado a dirigir la palabra Juan Carlos “Toti” Arese, histórico de la institución, quien en el proceso de realización de la obra actuó como nexo entre el escritor y los directivos, además de coordinar las entrevistas, la recopilación fotográfica y otras actividades.
Sus sentidas palabras de agradecimiento a “todos aquellos que hicieron grande la institución” fueron el cierre especial, que abrió paso a un luch compartido con todo el público, donde surgieron anécdotas tejidas entre 1956 y el presente, que son parte de una historia de compromiso con la sociedad, desde la economía solidaria.