Gerardo Martínez, miembro de la CGT oficialista y titular de la UOCRA a nivel nacional, presidió el acto de inauguración del Salón de Usos Múltiples del sindicato ubicado sobre la calle San Luis.
Tras el corte de cintas del que participó el intendente Eduardo Accastello, Miguel Verón, secretario general del gremio dio un encendido discurso destacando "en honor a la memoria" a los dirigentes fallecidos como Daniel Rosales y Eduardo Cánova.
Ante la multitud de trabajadores que se congregó en el lugar, Martínez habló de las conquistas de la última década, entre las que mencionó la jubilación a los 55 años para el trabajador de la construcción y la tarjeta inteligente que remplaza la vieja libreta de trabajo.
Habló de que para llegar a esos logros desde los gremios “construyeron poder” y al referirse a la cuestión política partidaria, manifestó su explícita adhesión al Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. "Esto no es campaña, es realidad", argumentó.
Dijo que Argentina se desarrolló en la última década, pese a la crisis mundial. Agregó, a modo de ejemplo, que en España hay 400 mil obreros de la construcción sin empleo, "mientras que aquí hay 410 mil ocupados".
Recordó que en 2001 eran apenas 70 mil los que estaban en actividad.
Entiende que esos logros fueron motorizados "por Néstor y Cristina", con el protagonismo de los trabajadores.
"La política -desde 2003- se puso por encima del poder económico y hoy vemos a nuestra presidenta que aún en foros internacionales defiende las políticas de inclusión", señaló.
En otro tramo del discurso, instó a los trabajadores a revalorizarse. "Si somos capaces de convertir un baldío en una central hidroeléctrica, cómo no vamos a ser capaces de construir nuestro destino", puntualizó.
Dedicó un tramo especial para agradecer el acompañamiento del intendente, con el que trabajan de manera articulada entre la Municipalidad y el gremio.
Finalmente, señaló que Villa María ocupa un espacio importante en la conducción nacional, dado que Verón es integrante de la comisión directiva que él encabeza.
La CGT dividida
Como uno de los actores de las centrales obreras, aseguró que vive la división de la CGT “con mucha tristeza”, aunque se resignó diciendo que “la realidad manda”.
Deseó que los dirigentes “no antepongan las aspiraciones personales para lograr la unidad y defender la industria nacional y el trabajo de los argentinos”.