La jueza de Control de los Tribunales de Villa María, Edith Lezama de Pereyra, ordenó ayer la libertad de un joven que denunció haber sido abusado sexualmente en la cárcel de barrio Belgrano por otros cuatro internos, el sábado pasado.
Se trata de Leonel Jonathan Galíndez, de 21 años, quien estaba detenido desde hace poco más de tres semanas en el Establecimiento Penitenciario Nº 5 acusado como presunto autor de “robo” por un hecho de arrebato callejero, aunque también tiene una causa abierta por “robo calificado”, procesos que se tramitan en la Fiscalía de Instrucción del Primer Turno, a cargo de Félix Martínez.
Fue precisamente el fiscal Martínez quien dispuso la excarcelación de Galíndez luego de que la jueza Lezama de Pereyra decretara su liberación, aunque las dos causas penales que se le atribuyen continúan su curso.
El joven en cuestión denunció el lunes que, 48 horas antes, había sido víctima de un abuso sexual por parte de cuatro presidiarios, uno de los cuales está cumpliendo una condena a prisión perpetua y los tres restantes son procesados.
Según la grave denuncia formulada por Galíndez ante el fiscal Daniel Del Vö, los agresores sexuales son Franco Ezequiel Moreno, alias “Pachequito”, de 25 años; Cristian Alberto Carreras, apodado “Cachi”, de 28, y otros dos internos apellidados Farías y Ferreyra, de quienes no se conocieron otros datos personales.
El primero de ellos fue condenado a prisión perpetua a fines de junio de 2012, mientras que Carreras, Farías y Ferreyra están bajo proceso por diferentes delitos.
Luego de receptarle la denuncia, el fiscal Del Vö remitió las actuaciones a su par Gustavo Atienza, quien se encontraba de turno el sábado pasado, día en que se produjo el hecho denunciado por Galíndez.
De acuerdo con los dichos de la víctima, el abuso se produjo en el pabellón 12 de la cárcel de barrio Belgrano, motivo por el cual el fiscal Atienza dispuso una serie de pericias y diligencias procesales que se cumplieron durante las jornadas del lunes y el martes.
Pericia y requisa
Según explicó el funcionario al ser consultado por EL DIARIO, Galíndez fue examinado inicialmente por el médico forense de los Tribunales locales, Gustavo Rodríguez, y en la antevíspera el fiscal ordenó que se realizaran requisas personales a los cuatro sospechosos, como así también a las celdas donde están alojados cada uno de ellos.
De manera extraoficial trascendió que, en principio, no se habrían encontrado secuelas de acceso carnal, aunque eso no significa que no se haya producido el abuso, que incluso pudo haber sido de tipo oral.
“Estoy esperando los resultados de las pericias y, a partir de allí, resolver los pasos a seguir”, dijo Atienza a este matutino, y agregó que “también debemos identificar fehacientemente a las personas denunciadas, porque algunas de ellas fueron mencionadas por la víctima a través de apodos o simples apellidos”.
No obstante, el instructor judicial dijo que, en base a los datos aportados por el denunciante, se concretaron las requisas personales de los sospechosos y de las celdas en las que están alojados en busca de otros elementos de prueba.
Asimismo, Atienza confirmó que uno de los acusados (Moreno) está cumpliendo condena y que los restantes están con causas sin sentencia, tal como se encontraba el propio Galíndez, quien continúa bajo proceso, pero ahora en libertad.
Por su parte, el fiscal Martínez precisó a EL DIARIO que Galíndez estaba detenido por acumular dos causas penales: la primera, por un asalto a mano armada perpetrado hace algunos meses, y la segunda por un arrebato, a comienzos de septiembre.
El investigador judicial dijo que el “robo calificado” que se le atribuye es por un atraco cometido en un negocio, de donde se llevó unos criollitos y unos pocos pesos utilizado un arma de juguete o utilería.
Por aquel ilícito estuvo detenido varios días, hasta que se le concedió la excarcelación. Y cuando volvió a ser detenido (ahora por el arrebato callejero), el fiscal dispuso la acumulación de causas y le denegó la libertad precisamente por tener una causa abierta.
Ayer, la jueza de Control volvió a concederle la libertad, claro que luego del grave episodio denunciado por el propio Galíndez.
Autoridades carcelarias
En tanto, una fuente de la cárcel villamariense informó que ayer estuvieron en el penal de barrio Belgrano autoridades del Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC), quienes viajaron expresamente desde la capital provincial para interiorizarse de lo acontecido.
Los funcionarios del SPC se entrevistaron con personal directivo del establecimiento para conocer detalles del hecho denunciado por Galíndez y regresaron a Córdoba un par de horas después.