A un mes de la explosión acaecida en la Fábrica Militar de Pólvoras de esta ciudad, que le costó la vida al operario Gustavo Cachín, de 34 años, 30 empleados de la institución permanecen bajo asistencia psicológica por los trastornos emocionales sufridos como consecuencia del accidente, informaron desde la Fiscalía Federal local, a cargo de Roque Ramón Rebak, funcionario que lleva adelante la investigación de lo ocurrido.
Pericias
Por otra parte, pudo conocerse que desde la misma Fábrica fue entregado en la dependencia judicial a cargo de la pesquisa un informe detallado con todo lo ocurrido.
Asimismo, obra en poder de Rebak el resultado de la pericia realizada por la Brigada de Explosivos de la Provincia, desde donde descartaron que la explosión haya ocurrido como consecuencia de algún desperfecto técnico o por el mal estado de la nitroglicerina. Por el contrario, los expertos creen, como se había anticipado oportunamente, que la deflagración se produjo por un golpe o roce del material explosivo.
A la vez, los estudios revelaron que se produjeron dos estallidos; uno menor, primero y luego “por simpatía” (tal es el término técnico utilizado por los estudiosos) la otra, de mayor intensidad.
Finalmente, se conoció que el lugar donde ocurrió el accidente aún no fue habilitado y no se sabe cuándo volverá a operar, a pesar de que desde la Justicia ya se levantó la interdicción que inhabilitaba la zona para no contaminar la investigación.
Lo que falta
En tanto, el fiscal federal espera aún por los resultados de los estudios encargados a la Universidad Nacional de Córdoba. Se trata de exámenes mecánicos, químicos y eléctricos.
Igualmente, Rebak espera que desde el Registro Civil de la Personas le envíen las huellas dactilares del trabajador fallecido, para terminar con el aspecto formal del trámite de certificación de la defunción.
El hecho
La explosión en la Fábrica Militar de Pólvoras, hecho que conmocionó a la ciudad, desde ya, y al país entero, tuvo lugar pasadas las 13 del 4 de septiembre pasado.
Primero, se pudo escuchar con nitidez (al menos en los barrios del sureste de la ciudad) la tremenda detonación. Minutos más tarde, se escucharon las sirenas de los Bomberos.
Una hora después, se confirmó oficialmente que había una víctima fatal como consecuencia de una explosión en el sector en el que se elabora la dinamita, más precisamente, en una mezcladora del mencionado explosivo.
Además, el fuego se expandió fuera del pabellón donde se elabora la pasta explosiva, provocando un incendio en ese sector del predio, cercano a la costa del río.
Cinco dotaciones y 30 efectivos de Bomberos Voluntarios trabajaron codo a codo con los efectivos de bomberos propios de la Fábrica para controlar el fuego y bajar rápidamente la temperatura, con el objetivo de evitar que los demás pabellones donde se elaboran materiales altamente inflamables se contagiaran y la tragedia fuera aún mayor.
Durante al menos tres horas batallaron los bomberos para dominar las llamas.
Lo primero que se permitieron suponer quienes conocen en profundidad la labor que se realizaba en ese sector de la Fábrica fue que un golpe o una chispa podrían haber sido los posibles agentes que provocaron la explosión.
Luego, esto fue corroborado por las pericias cuyos resultados obran hoy en poder del fiscal que investiga el hecho.