Ayer comenzó la 15ta. edición de la Maratón de Cine en las salas del Híper Libertad, con 14 filmes taquilleros a elección y con entrada general a sólo $10.
A continuación, se repasarán las películas argentinas.
“Séptimo”
Nuevamente Ricardo Darín se hace cargo de un filme (como en “Tesis de un homicidio”) que termina siendo víctima de su propia lógica. Enredado en un laberinto, como las escaleras en donde han desaparecidos sus hijos, la resolución cae al vacío, para llevarnos sólo eso, una historia muy particular sin alternativas de subtramas, donde la película muere dentro de su propio esquema. No obstante, hasta la tercera parte de la misma es muy llevadera y sólo la resolución resulta criticable. Pero vale la pena pagar la entrada para ver a un inefable actor, que con sólo mover el seño del rostro logra decir un mensaje. Inspirado en el maestro del suspenso Alfred Hitchcock, el vasco Patxi Amezcua y Alejandro Flah escribieron el guión para narrar las vicisitudes de un padre separado, desesperado cuando sus hijos se pierden en una escalera, durante un juego.
“Corazón de León”
Bajo la dirección de Marcos Carnevale (“Elsa & Fred”), la película habla sobre los diferentes, aquellos que no conforman el rubro estético normalizado. En este caso, León Godoy (Guillermo Francella) no es un enano, sino petiso, sus 40 centímetros menos con la media lo hace diferente y de allí sus problemas para encontrar la felicidad. Una situación que hasta al más mentado o abierto lo pone en situación incómoda, lo que refleja los condicionamientos sociales a los que uno se ve presionado. Dentro de este esquema, los actores Francella - Julieta Díaz juegan sus roles con un buen timing, en un filme que se adecua a sus pretensiones. Con una buena producción (el efecto visual de Francella petiso es excelente), la historia es novedosa y entretenida, ambientada dentro de una clase social acomodada que, según un espectador comentaba, “es petiso, pero tiene dinero...”.
“Metegol”
Todo un hito para Juan José Campanella, que realiza la primera película animada en 3D. De buena factura técnica, volcada a unos de los deporte más populares de nuestro país y con el sello indiscutible del director de “El secreto de sus ojos”. El guión navega entre “Toy Story” y “Luna de Avellaneda”, con muñecos inanimados que toman vida y luchan contra el poderoso para dejar como metáforas el amor, la amistad, la comunidad, el barrio y los ideales. La triada Fontanarrosa, Sacheri y Campanella hará despertar el niño que llevamos dentro y disfrutarlo a todo lo largo del filme.