Ricardo Rivarola es pastor en una iglesia evangélica de barrio Las Playas que, en los últimos 15 días, fue blanco de los delincuentes. El pasado miércoles por la noche “ingresaron por una claraboya que hay en el techo, rompieron el cielorraso y destrozaron lo poco que quedaba”, relató Rivarola.
Es que entre el 16 y el 18 de septiembre habían ingresado al templo tras romper una ventana de la casa colindante, que luego ocuparon por dos días, y habían robado las cosas de valor: “Equipo de música, micrófonos, bolsas con ropas que estaban destinada para repartir entre los más necesitados”, explicó el pastor, y agregó que “se llevaron hasta unos volantes impresos, relacionados con la prevención del abuso de drogas y alcohol, que yo luego encontré tirados frente a la casa de quienes creíamos que eran los autores del robo”, dijo.
Rivarola relató que en aquella primera oportunidad había hecho la denuncia, que “se hicieron allanamientos en el domicilio y se secuestraron pruebas. También se tomaron testimonios. Los allanamientos dieron resultado positivo o sea que encontraron los elementos sustraídos. Pero nos llama la atención que con todo esto no haya detenidos ni imputados. Estamos preocupados”, señaló.
Rivarola aseguró que “la semaña que viene vamos a denunciar al fiscal Félix Martínez (quien tiene el caso) ante la Fiscalía General de la provincia, por incumplimiento de los deberes de funcionario público. ¿Cómo puede ser que no haya hecho nada con tantas pruebas?”, se preguntó el pastor.