Tras un viaje de 26 horas a bordo de una estanciera, Jorge Bustos llegó a la comunidad qom del sector chaqueño de Palo Santo.
A su regreso, dialogó con EL DIARIO para relatar la experiencia vivida.
“Fuimos nueve personas en la estanciera y dos vehículos más. Llevamos dos mil kilos de alimentos, ropa y materiales de construcción”, relató.
A mano, estuvieron cavando un pozo para cumplir un sueño: que la comunidad tenga agua potable. “Tuvimos una gran tristeza al probar el agua y saber que era salada. La traje para analizarla y ver si es potable o no, pero mientras tanto, la comunidad tiene ahora la posibilidad de utilizar el agua del pozo para lavar la ropa y para los sanitarios, dejando la reserva de agua de lluvia para el consumo”, relató.
El otro proyecto que llevaron a cabo fue la construcción de los baños para la comunidad. Hicieron dos cubículos, uno para los sanitarios y otro para duchas, “aunque para terminar nos faltaron dos hileras de ladrillos. No es fácil llevar el material al monte y nos quedamos cortos, pero creemos que la comunidad quedó movilizada y cuando volvamos en diciembre, estarán terminados por ellos”, agregó el pastor.
El tercer proyecto fue la elaboración de la huerta. Para ello, prepararon la tierra y la aislaron para que no sea malograda por los animales. Consiguieron 74 bolsas de semillas del INTA Chaco y así, lograr que los habitantes de esa comunidad aborigen puedan producir alimentos saludables y con las instalaciones sanitarias, lograr mejorar la calidad de vida. Toda esa tarea la hicieron en siete días. El resto del tiempo que duró el viaje -restando las horas de tránsito- lo ocuparon en la iglesia que tienen en Río Bermejito, una comunidad más grande donde esperan poder conformar en el próximo viaje una cooperativa de ladrilleros.
Bustos se gana la vida como albañil y su esposa, es empleada doméstica. No miró lo que necesitaba para sí y decidió emprender esta cruzada solidaria, reconociendo a Dios como el motor que lo impulsa para tal tarea. “No es fanatismo, son convicciones”, señaló
“Estamos muy agradecidos principalmente a Dios, a nuestra iglesia cuyo pastor es Osvaldo Sayno, a las familias de la iglesia que nos ayudaron con sus oraciones y a EL DIARIO, que por la nota en la que contaron nuestra misión permitieron que se nos abrieran puertas y sumaran donaciones”, dijo el pastor.
Volver
Bustos sabe que va a volver a visitar a sus hermanos qom. Anhela que sea en diciembre, para poder pasar las fiestas con las familias chaqueñas.
Mientras tanto, trajo un pedazo de su historia, a través de artículos de palma que elaboran los aborígenes.
“Compramos canastos y otros elementos que ellos hacen y que muchas veces, cambian por un kilo de papas a los blancos que se aprovechan de ellos. Nosotros tuvimos una reunión y les pedimos que ellos pusieran el precio. Se lo pagamos y aspiramos a venderlo aquí, para llevar más cosas a nuestro regreso”, puntualizó.
Quien quiera colaborar con esta cruzada solidaria aportando elementos o adquiriendo los productos elaborados por la comunidad, puede hacerlo en Rivadavia 490, Villa María.