En los últimos años, la ciudad fue creciendo en variados aspectos, tanto físicos como internos. Poco a poco se fue inundando de una gran infraestructura que aún hoy sigue creciendo.
En estos proyectos beneficiosos, miles de villamarienses participan día a día sin ser verdaderamente conscientes de ello. Personas que de una manera u otra tienen relación con los diversos hechos históricos que se han ido desarrollando y que aún hoy suceden.
Este es el caso del nuevo puente que conectará a Villa María con Villa Nueva, el cual será inaugurado el próximo martes.
Diariamente comienza a llenarse por obreros, ingenieros, agentes relacionados con seguridad, ciudadanos comunes que pasan caminando y se detienen para observar el crecimiento de tal infraestructura. Cada uno de ellos está aportando un hecho histórico para la ciudad y quizás muchos no pensaron la importancia que tiene ser parte de tal acontecimiento.
Por este motivo, EL DIARIO se acercó a dialogar con los obreros, que de ahora en más serán protagonistas.
Alma de pueblo
Minutos antes de comenzar con la nota, el intendente Eduardo Accastello había arribado a la obra. Dirigiéndose a los trabajadores dijo: “Ustedes van a formar parte de un hecho histórico”. Un representante del grupo contestó: “Sí y gracias a usted intendente”. Luego cada uno se ocupó nuevamente de su tarea. Clara muestra de que Villa María, a pesar de ser una de las ciudades más grandes de la provincia, aún sigue teniendo alma de pueblo.
El grupo de trabajadores, compuesto por cuatro hermanos (Mariano, Franco, José y Pablo) y un sobrino (Jonathan), estuvieron participando en la construcción, todos los días, entre ocho y doce horas. “Me pone contento que pase el intendente y valore nuestro trabajo”, dijo Mariano. “Es una motivación para seguir abajo del sol muchas horas”, agregó su compañero.
Se sentían contentos, se les notaba. Eran conscientes de que estaban participando de un momento que quedará para siempre en sus recuerdos. “Siento orgullo y placer, porque trabajar dignifica a la persona”, resaltó Franco.
“Esto lo hicimos nosotros y por eso estamos felices”, afirmó luego, con alegría, uno de ellos. Y en ese mismo momento, otro agregó: “Con esto uno puede vivir. Tenemos sustento”.
La presencia de la obra no sólo embellecerá a la ciudad, sino que también fue y aún es fuente de trabajo para muchas personas.
Otro trabajador, José Vaca, se imaginó el momento, en que en un futuro no tan lejano, se encuentre caminando con algún hijo o nieto por sobre el puente: “Voy a estar muy emocionado, porque para mí estar trabajando acá es un orgullo”.
Por otro lado, un obrero jovencito llamado Nadir destacó sentirse orgulloso por la ciudad y que “lo primero que uno piensa cuando trabaja acá, es que es parte de la historia”.
Su abuelo trabajó en el puente de las compuertas
El grupo de cuatro hermanos también contaron que se sentían orgullosos porque su abuelo, José Ureta, participara en la construcción del puente de las compuertas. Así, las generaciones que pasan dejan su granito de arena, marcando una huella en las entrañas de esta ciudad.
De la misma manera que hoy ellos afirman con orgullo que su abuelo construyó el puente de las compuertas, mañana sus hijos o nietos pasarán caminando por allí y sentirán el mismo orgullo, esta vez por ellos.
Accastello: “Ciudadanos felices”
Consultado por la cronista, Accastello expresó cerca de los obreros que los ciudadanos están felices, porque están formando parte de la historia. “La gente es la protagonista en esto”.
Agregó que el último puente que se inauguró en la ciudad se edificó hace 80 años, de allí la importancia de esta nueva infraestructura. Sabiendo que son muchas las personas que participan diariamente para adelantar la obra o que de alguna manera colaboran siendo obreros o no, agregó: “Todos hacemos la historia de nuestra ciudad”.
Guadalupe Avalle
Especial