Aunque no se dieron cifras, hay pocos casos de personas que se inscriben con doble apellido, es decir, con el del padre y el de la madre.
Así lo confirmó la jefa del Registro Civil, Laura Maciel, al recibir a EL DIARIO.
La funcionaria consideró que entre los países de Latinoamérica, Argentina conservó la costumbre de anotar sólo con el apellido paterno y opinó, ante nuestra consulta, que tener doble apellido “hace al derecho de ambos” progenitores. “Creo que hay un trasfondo de tipo machista”, añadió.
Para contar con el apellido de madre y padre, hay que completar un formulario, pagar una tasa y tener el consentimiento de los progenitores si se trata de un menor de edad; si es adulto lo puede hacer por sí mismo. El acto administrativo continúa vía Córdoba (no tiene que viajar la persona) y en teoría dura 90 días.
Hasta ahora, “no hubo rechazos” a ninguna solicitud de este tipo, según confirmó Maciel.
Hay escasos pedidos de adultos para añadir el apellido materno.
En cuanto a lo que sucede al inscribir un nacimiento, la jefa del Registro dijo que la solicitud en ese sentido debe hacerse antes del labrado de acta. Y advirtió que surge un problema cuando el padre hace un reconocimiento posterior de su hijo. “Muchas veces la mamá quiere que se adicione, pero queda desplazado su apellido”, develó.
Ante esto, se rectifica el DNI (queda sólo el paterno) y para contar con los apellidos de los dos, debe hacer el trámite de adición (del materno).
Los cuadros suelen ser complejos en casos de menores de edad, “porque se requiere el consentimiento de ambos y muchas veces no se dirigen la palabra entre ellos”.
En la dependencia local se observan “bastantes” casos de madres solteras y “mucha conflictividad” entre padres de recién nacidos.